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conservaría su conexión Lightning
Apple dio una sorpresa a todo el mundo introduciendo el puerto USB-C a los nuevos iPad Pro, algo muy inusual en una Apple que siempre que puede recurre a sus propias conexiones propietarias. Pero los tiempos cambian, y el puerto Lightning que la compañía lleva utilizando desde la llegada del iPhone 5 se ha dado de bruces en la evolución de la tableta de Apple.
Y claro, si el iPad Pro se pasa del Lightning al USB-C… ¿qué puede impedir que el resto de dispositivos iOS de la compañía también lo hagan? No es raro que de repente toda la rumorología empiece a especular hacia el USB-C llegando al resto de los iPad e incluso a los iPhone.
Sin embargo, eso no es lo que predice el medio japonés Macotakara, que suele informar de filtraciones de fuentes fiables. Según esas fuentes, los iPhone que Apple va a presentar este próximo otoño seguirán incluyendo un conector Lightning. También el adaptador de carga de 5W y los auriculares EarPods tradicionales con cable.
Las ventajas de esto para Apple es un evidente ahorro en costes: simplemente tiene que incluir los mismos accesorios que lleva incluyendo en los iPhone desde hace años. Los inconvenientes se los quedan los usuarios, que ven cómo van a tener que hacer compras adicionales para poder utilizar la carga rápida de los iPhone. Actualmente, si quieres esa carga rápida tienes que adquirir un cable Lightning a USB-C y un adaptador de 12 o 18 W (eso último te lo puedes ahorrar si cuentas con uno de los MacBook modernos, ya que también se cargan por USB-C).
Gracias a esta carga rápida los iPhone pueden completar una carga bastante más rápida que con el adaptador tradicional de 5W, especialmente si el nivel de batería del dispositivo está muy bajo. Muchos usuarios basan sus críticas en que la gran mayoría de la competencia ya incluye esa carga rápida de serie en sus smartphones, mientras que en Apple parecen resistirse a la tendencia.
Además, la inclusión de un puerto USB-C también puede dar lugar a futuras compatibilidades con más accesorios y a una velocidad de transmisión de datos de hasta 5 o 10 Gb por segundo. Imagina, por ejemplo, poder almacenar tus fotografías desde tu iPhone a un disco duro sin tener que depender de un ordenador. Con el puerto USB-C y un iOS que permita hacerlo es técnicamente posible, sólo hace falta que Apple deje de bloquearlo.
Como siempre, hay que recordar que todo esto es un rumor y Apple aún está a tiempo de hacer cambios en la próxima gama de los iPhone antes de que comience a fabricarse en masa. De hecho hay analistas que afirman justo lo contrario, asegurando un “iPhone 11” con USB-C. A tantos meses de la presentación oficial en septiembre, aún no podemos poner toda nuestra confianza en lo que digan esos rumores.
En lo que sí podemos apostar es que el USB-C va a llegar tarde o temprano a los iPhone, sea este año o el siguiente. Y quién sabe si en Apple ya piensan, a largo plazo, eliminar del todo la conexión física y depender completamente de la carga inalámbrica y la conexión Wi-Fi para transmitir datos. Nada es imposible, y cada milímetro cuadrado del interior del iPhone que se pueda ahorrar es sagrado.