ALTERANDO EL PANEL TÁCTIL

Lo que faltaba, ya no hace falta un virus o malware para hackear tu móvil

Descubren un método que pueden utilizar los hackers para manipular teléfonos sin necesidad de instalar un software malicioso en ellos.

Que nuestros móviles son lo más preciado por hackers de medio mundo es algo que sabemos todos. Y que hacen lo que sea necesario para poder acceder a ellos y robarnos los datos es algo evidente.

Siempre hemos asociado un hackeo a un virus o malware que se inyecta en nuestro teléfono, pero eso es algo que podría pasar pronto a la historia, ya que ahora hemos conocido que estos casos no están asociados siempre a esos dos condicionantes, sino que como ahora hemos sabido, ya es posible hackear teléfono sin que haya de por medio un malware.

GhostTouch, un nuevo método para hackear móviles

Este método ha sido descubierto por unos investigadores de dos universidades, la china de Zhejiang y la alemana de Darmstadt. Estos han podido comprobar un nuevo método utilizado por los hackers para tomar el control del teléfono sin tener que tocarlo, y sin necesidad de un virus o malware. Es habitual tomar el control del móvil con este tipo de software, y por tanto poder realizar pulsaciones fantasmas en la pantalla gracias a la manipulación del software.

Pero en este caso los hackers van más allá, y lo que hacen según estos investigadores es utilizar señales electromagnéticas para alterar el campo de la pantalla, y generando pulsaciones fantasmas en la pantalla.

De esta manera pueden no solo realizar pulsaciones sencillas, sino también gestos que se ejecutan sobre el panel como si alguien estuviera físicamente tocando la pantalla. Por tanto, de esta manera no hace falta intervenir el teléfono con un software externo, que normalmente es un virus o un malware para tomar el control. Eso sí, no hay que llevarse las manos a la cabeza.

Porque estos mismos investigadores apuntan a que no es tan sencillo para los hackers realizar este tipo de ataques, ya que las ondas solo tendrán efecto a una distancia máxima de la pantalla de 4 centímetros, por lo que casi que tardarían menos en manipular físicamente el teléfono los propios hackers que montar todo este lío para hacerse con el control.

Pero esto no quiere decir que en el futuro este tipo de técnicas mejoren su desempeño y sean capaces de obtener los mismos resultados en unas condiciones diferentes, quizás con más distancia respecto del teléfono.

En cualquier caso, es evidente que esto nos debe poner alerta y revela hasta qué punto los hackers podrían encontrar nuevas formas de hacerse con el control de nuestro teléfono sin necesidad de hackearlo mediante software, que normalmente llega a nosotros tras un descuido. Como por ejemplo la descarga de un enlace malicioso, con un documento infectado.

Sin duda noticias inquietantes que lo que nos dicen es que debemos tener mucho cuidado con dónde dejamos el teléfono, que siempre deberíamos tener a la vista para evitar este tipo de ataques. Y es que la ciberdelincuencia no deja de aumentar, algo que tiene sentido cuando cada vez es más habitual utilizar el teléfono para absolutamente todo en nuestro día a día, desde acceder al banco a realizar compras o enviar dinero mediante un Bizum. Acciones que sin duda son de extremo interés para los hackers.