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Móviles
Un móvil de primer nivel que requerirá una buena inversión en caso de mantenimiento
La semana pasada Xiaomi presentaba su móvil más sorprendente hasta ahora, con permiso de su Fold plegable. Se trataba del Xiaomi Mi Mix 4, un terminal que presume sobre todo por contar con la primera pantalla completamente sin bordes de su historia, siendo el segundo fabricante en llevar esta tecnología al mercado, después de ZTE. Un móvil que le debe a la cámara invisible su popularidad, ya que con ella podemos disfrutar de una pantalla sin notch u orificios para la cámara. Ya que esta aparece como por arte de magia en la parte superior del panel cuando la queremos utilizar. Pero como era de esperar, se trata de unos componentes frágiles, que en caso de rotura pueden tener un coste muy elevado, tal y como hemos conocido ahora.
Una reparación bastante costosa
A falta de que este modelo se lance globalmente, algo que pasará dentro de no mucho tiempo, tenemos que conformarnos con los datos que nos llegan desde China. Allí ya conocen el precio que tendrán las principales reparaciones de este teléfono. Y como era de esperar la pantalla será uno de los aspectos más caros de sustituir. Ya es un dispositivo que habitualmente es caro, siendo además el centro de todo teléfono, pero en este caso quizás hablemos de un precio realmente elevado, al nivel de competidores como los iPhone.
Y es que según hemos conocido, el precio del reemplazo de su pantalla sería de 239 dólares, unos 205 euros al cambio. Es el mismo coste que pueden tener muchísimos móviles Android de gama media. Pero concretamente si nos fijamos en la marca china, lo mismo que nos puede costar un Redmi Note 10 Pro rebajado, o un Redmi Note 10 con su precio de partida. Por tanto, hablamos de un coste elevado, para un teléfono que al cambio tiene un precio de partida en China de 660 euros al cambio, por lo que el recambio de la pantalla de por sí ya cuesta un tercio de lo que vale el teléfono en las tiendas.
Y es algo por un lado lógico, ya que la tecnología que estrena esta pantalla es muy reciente y vanguardista, por lo que sus componentes no son precisamente baratos. De hecho, cuando llegue a Europa, lo normal es que este precio sea incluso superior, sin ser descartable que se pueda disparar hasta los 300 euros. Por tanto, si tienes pensado comprarte este teléfono cuando llegue a España, más vale que lo protejas no solo por detrás con una funda, sino también delante para evitar daños en la cámara frontal invisible con la que cuenta y que es desde luego su seña de identidad.
Otro dato curioso es el precio de la carcasa trasera de cerámica, que si se nos rompe nos costará 105 dólares, unos 90 euros al cambio, ya que habrá que reemplazarla por completo por otra nueva. Es algo que no nos debería extrañar, teniendo en cuenta que se trata de uno de los móviles más avanzados en el mercado actual.