Samsung Galaxy Gear: luces y sombras de los relojes inteligentes

Samsung ya tiene su reloj inteligente, lo presentaba este miércoles en la antesala del IFA 2013 berlinés, desluciendo y robando protagonismo a su nuevo Galaxy Note III. El flamante Galaxy Gear levanta opinione a favor y en contra y, aunque es una categoría aún muy verde, lo cierto es que la ropa y los complementos “inteligentes” son un sector donde se puede emprender y sorprender mucho.

El nuevo Galaxy Gear ha acaparado todas las miradas del 'Unpacked' de la compañía surcoreana, pese haber sido definido en el mismo como el “complemento perfecto” de la nueva versión del exitoso Galaxy Note, también presentado durante el evento. La incursión de Samsung en el campo de la electrónica de la vestimenta, siguiendo los pasos de Sony y otras compañías, ha resultado un buen golpe de efecto durante la presentación, con todos los asistentes al evento ansiosos de ver las capacidades de un reloj con un interior 'androide'.

El nuevo 'smartwatch' de Samsung luce un diseño muy cuidado, con un cuerpo de acero inoxidable que no tiene nada que ver con la apariencia de material “débil” de sus 'smartphones'. A simple vista, con la posibilidad de poder elegir entre seis colores -y sin saber que puede costar unos 299 dólares (225 euros)- tiene muy buena pinta. Pero ¿qué puede y qué no puede hacer el flamante nuevo “juguetito” de Samsung?

A favor:

- Puedes hacer fotos sin necesidad de usar la cámara.

- Puedes hablar por teléfono usándolo de manos libres

- Samsung ha anunciado que habrá muchas 'apps' para el reloj, que te podrán enviar notificaciones: Evernote, Pocket, Line...

En contra:

- Escasa autonomía de batería. Otro aparato que hay que cargar al final de cada día.

- La grabación de vídeo se limita a solamente diez segundos

- Aunque tenga sensores utilísimos (acelerómetro, giroscopio...) no cuenta con GPS

Todo a tu alcance en tu muñeca: otros 'smartwatches'

Hasta la llegada de este dispositivo, el mercado de los relojes inteligentes está dominado por Pebble, que soluciona el que se presume será el “talón de Aquiles” del Galaxy Gear, la autonomía de la batería, gracias a su pantalla de e-tinta (que lo convierte en menos visual y atractivo, a cambio de poder estar 5 o 6 días sin tener que cargarlo).

Sin embargo, cuenta con la gran carencia de los sensores habituales en nuestros 'smartphones'. No obstante, Pebble cumple con la gestión de notificaciones de llamadas, SMS, redes sociales y correos electrónicos, tanto en iPhone como en Android.

Sony es la que tomó la delantera el año pasado y este mes de septiembre va a comercializar su SmartWatch 2, que se sincroniza con el teléfono Android con el chip NFC, al igual que el Galaxy Gear, y que tiene un precio algo más asequible (199 euros).

Y también este miércoles se ha subido al carro de los relojes inteligentes el nuevo Toq de Qualcomm, que con su pantalla de tinta electrónica con tecnología Mirasol puede que consiga una mayor autonomía de la batería, tal como ha anunciado la compañía en su presentación. Y, mientras tanto, seguimos a la espera del iWatch de Apple, un lanzamiento que podría potenciar sobremanera este mercado.

'Smarclothes' y 'Smartcomplements', el futuro de la tecnología

Decir que la tecnología cada vez es más portátil y con mayor movilidad no es decir nada nuevo. Pero si lo es decir que, gracias a las Google Glass o los 'smartwatches', la tecnología cada vez va a estar más integrada en nuestro cuerpo y en nuestra ropa.

La gran mayoría se aprovecharán de la revolución que han supuestos los smartphones para buscar hacerse un hueco como sus 'hermanos pequeños'. Algunos heredarán los errores de estos, como la ya comentada escasa duración de baterías o las notificaciones excesivas de las apps, pero sin duda la ropa y los complementos inteligentes son unos campos que van a estar en crecimiento en los próximos años.

En este campo destaca Innovaley, una empresa que se dedica a fabricar ropa inteligente: desde cascos para motoristas hasta zapatos equipados con GPS, pasando por camisas que miden las constantes vitales o medias que recogen información sobre la presión sanguínea del que las lleva.

La mayor parte de la ropa inteligente existente hasta ahora está destinada al mundo deportivo y el de la salud, lo que no es óbice para que en un futuro se puedan volver imprescindible para otros usos diarios.