Surface 2 y Surface Pro 2: tan iguales y tan distintas

Esto es muy importante a la hora de compararlas, ya que cada una tiene su fin y su público y están diseñadas únicamente para ello. Surface 2 está dirigida a un sector muy concreto y Surface Pro 2, a otro y equivocarse a la hora de elegir puede hacer que parezcan malos productos, cuando no lo son. Todo lo contrario.

Pero lo mejor es ir por partes. Surface 2 es, por precio, la gama baja, pero lo cierto es que es un equipo difícil de clasificar. Podría decirse que se trata del único híbrido entre portátil y tableta que realmente es una mezcla de ambos dispositivos. Para bien o para mal, tiene mucho de los dos.

Esto hace que utilice Windows 8.1 RT, una versión muy reducida del sistema operativo de Microsoft dirigida a los terminales con procesadores basados en arquitectura ARM. A grandes rasgos, lo que quiere decir esto es que la batería dura mucho más, pero únicamente se pueden instalar aplicaciones desde la tienda de Windows. Es decir, nada de instalar programas externos. Si está en la tienda, perfecto; si no, habrá que esperar o buscar una alternativa.

También hay que comprender que el procesador es el que es (Nvidia Tegra 4 de cuatro núcleos a 1,7 GHz, apoyado por 2 GB de RAM) y que no se le debería exigir más de lo que puede dar. La tienda de Microsoft todavía es un erial si se compara con Google Play o App Store, pero si en un futuro comienzan a llegar aplicaciones exigentes, puede tener problemas para moverlas.

Surface 2 es bastante ligera, con un peso de tan solo 676 gramos y unas dimensiones de 275 mm x 173 mm x 8,9 mm. Por comparar, iPad Air se queda en 469 gramos, pero con un tamaño bastante inferior. A la hora de transportar la tableta o utilizarla para presentaciones se ve que es una ventaja respecto a la competencia. La batería es capaz de aguantar hasta 10 horas de uso (como siempre, esto es algo muy relativo), pero si sólo se usa para procesado de texto, navegar por Internet y alguna partida casual, puede aguantar una jornada laboral.

Y aquí es donde está la clave. Quienes únicamente utilicen herramientas web y Office para trabajar pueden encontrar en Surface 2 una opción económica (parte de los 429 euros), elegante (el nuevo diseño es una auténtica maravilla) y fácil de transportar que en casa también se puede usar como centro multimedia… Y poco más. Porque, no lo olvidemos, no es un portátil.

Surface Pro 2 sí lo es. De hecho, puede llegar a ser muy potente. Hay cuatro configuraciones, ambas con un procesador Intel Core i5 de cuarta generación. Dos de ellas tienen 4 GB de RAM (64 y 128 GB de almacenamiento) y las otras dos, 8 GB (256 y 512 GB). Eso sí, los componentes se pagan (el modelo más económico cuesta 879 euros; el más caro, 1.779).

Obviamente, el sistema operativo que utiliza es Windows 8.1, así que salvo por el factor de forma, es un ordenador portátil. Y en este caso también conviene recordarlo, porque aunque tenga el aspecto de una tableta, no lo es y sus 907 gramos de peso se notan (y mucho) al cabo de un rato.

Por lo demás, puede hacer todo lo que hace cualquier ordenador, pero con la ventaja de tener el cuerpo que tiene, muy fácil de transportar y que permite que se use como tableta en determinadas situaciones. La potencia que alberga es sorprendente para su tamaño (mueve casi todo), la calidad de su pantalla (el talón de Aquiles de muchos de sus rivales) y la duración de su batería (unas 4 horas con un uso normal) tampoco está nada mal (de nuevo, si se compara con otros portátiles y no con productos como iPad o la propia Surface 2).

Eso sí, a Surface Pro 2 le falta una cosa para poder ser considerada un portátil: el teclado. Microsoft lo sabe y comercializa dos modelos de fundas que también funcionan como teclado y que son un clarísimo ejemplo de lo que es una de cal y otra de arena. La funda táctil Touch Cover) es una maravilla desde un punto de vista de fabricación, pues tiene un grosor de tan solo 2,75 milímetros e incluye un teclado completo, además de estar iluminada. Pero desde el punto de vista del usuario, es una tortura. Al no haber una repuesta física a las pulsaciones es imposible saber si hemos apretado la tecla o el espacio que hay entre ellas y escribir cualquier texto es realmente incómodo.

Mientras, la funda con teclado (Type Cover) tiene las mismas teclas, pero con la respuesta mecánica a la que estamos acostumbrados. Se nota en el grosor, que se va hasta los 5,4 milímetros, pero no deja de ser una obra de arte como pieza de hardware. La diferencia de precio entre ambas (119,99 y 129,99 euros, respectivamente) es tan ridícula que en ningún caso se debería cometer el error de hacerse con Touch Cover. A principios de 2014 llegará una nueva versión de este teclado que proporcionará batería adicional y que, salvo sorpresa o un precio desorbitado, debería colocarse entre ambas en nuestro orden de preferencia.

Surface 2 y Surface Pro 2 son la gran apuesta de Microsoft para el próximo año y por características deberían tener unas ventas decentes. Sin embargo, el desconocimiento y los problemas para despegar que está teniendo Windows 8 pueden repercutir en sus ventas. Además, la versión con RT se enfrentará a Lumia 2520, la tableta de Nokia, que aporta lo mismo, pero de una forma más colorida. Claro que para los de Redmond, que poseen el negocio de la telefonía de Nokia, no supone ningún problema.