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LA GRAN PROMESA DE LOS MATERIALES
Ha sido el material de los móviles de lujo durante los últimos años, así como de los que prometían una resistencia por encima de la media. El titanio, que se usa para reemplazar huesos y construir cohetes, supera a los tradicionales aluminio y plástico en durabilidad, y por eso el creador de Android, Andy Rubin, ha decidido usarlo para fabricar su Essential Phone.
En otoño de 2014, la polémica del ‘bendgate’ empañó el lanzamiento de los nuevos iPhones (6 y 6 Plus, pero sobre todo este último) a raíz de las quejas de algunos usuarios, que aseguraban que el buque insignia de la manzana mordida se doblaba al ejercer presión. Tal fue la paranoia durante algunos meses que un fabricante de dispositivos ‘premium’ llamado Gresso, conocido por sus carísimos modelos ultrarresistentes, puso a la venta una funda de titanio para proteger el terminal de Apple. Costaba la friolera de 2.000 euros.
Durante años, el titanio ha sido el material de los móviles de lujo con promesas de durabilidad por encima de la media. El famoso Solarin, un teléfono de más de 14.000 euros que apelaba a las ‘celebrities’, estaba fabricado con este material, que hasta ahora no se ha dejado ver en los smartphones de los reyes del mercado. Se dice que Apple lo probó, pero se vio obligada a descartar su uso por dificultades para fabricar a gran escala.
Por eso Essential Phone, el nuevo móvil con el que Andy Rubin, padre de Android, pretende plantar cara a los iPhones y los Galaxys, no será un teléfono para las masas: el proceso casi artesanal que requiere su producción lo hace imposible. A cambio, será un dispositivo único, con un acabado y una robustez sin parangón incluso en la gama alta.
"No se ralla, abolla o dobla. Por eso no encontrarás una sección de fundas para móvil en nuestra web", afirman sus creadores. “Permite que las paredes sean más finas y dejar espacio para baterías más grandes en el interior. También podemos reducir los bordes del producto sin preocuparnos de que la pantalla se dañe si el teléfono se cae”. De hecho, a estas palabras acompaña el vídeo a cámara lenta de un Essential impactando contra el duro asfalto, sin dañarse lo más mínimo.
“Creemos que el titanio es el material perfecto para crear una de las cosas más esenciales en nuestras vidas, una que se nos cae de vez en cuando”, aseguran. “Hay una razón por la que se usa el titanio para construir cohetes y reemplazar huesos”. Durante la citada prueba de caída, “la carcasa de titanio del Essential Phone sobrevivió sin desperfectos, a diferencia de sus competidores de aluminio”, el material del que están hechos casi todos los teléfonos de gama alta actuales, Galaxys y iPhones incluidos (al menos de momento, pues se espera que los próximos smartphones de Apple lleguen con sorpresa en este aspecto, regresando a la vieja combinación de acero y cristal).
Si son tantas sus ventajas sobre el resto, ¿por qué no se emplea el titanio en todos los dispositivos en lugar de cualquier otro material? Muy fácil: porque provoca muchos dolores de cabeza al que se atreve a utilizarlo. Es caro, difícil de conseguir y complicado de manejar. Para fabricar una carcasa de titanio, los procesos que se han de llevar a cabo son casi artesanales, requieren de más tiempo y dinero. Por eso el Essential no será un teléfono que encontrarás en las estanterías de los centros comerciales ni será común ver uno sobre la mesa en la terraza de un bar cualquiera.
“No fue fácil conseguirlo”, reconocía Jason Mackenzie, vicepresidente de Ventas Globales de la firma del padre de Android. “Literalmente tuve que dar la vuelta al mundo tres veces para encontrar un socio que compartiera nuestra visión. Pero me alegro de haberlo hecho, porque el producto terminado es hermoso”.
La contrapartida es que el Essential Phone saldrá a la venta, al menos inicialmente, sólo en los Estados Unidos. De hecho, los propios responsables del proyecto admiten que no serán capaces de producir este primer modelo a gran escala como lo hacen sus competidores. Y eso podría ser razón suficiente para que las otras marcas descarten seguir los pasos de este actor nuevo (pero viejo conocido) en lo que a la elección de materiales se refiere.
Por todo lo demás (procesador, memoria...), el teléfono de Rubin no se diferencia tanto de sus competidores. Su discreto guiño a la modularidad (un puerto magnético que permitirá acoplar accesorios), su frontal completamente dominado por la pantalla y su prometedora cámara serán los otros atractivos de esta apuesta por hacerse un hueco entre los grandes de la telefonía móvil. Si no resultan suficientes, por mucho titanio que le pongan, el nuevo proyecto del padre de Android no sobrevivirá a esa caída.