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GUERRA ENTRE REDES SOCIALES
Este mes de noviembre se cumplen varios aniversarios: la fallida Conspiración de la Pólvora de Guy Fawkes, el fallecimiento de Freddie Mercury, o el día en que los fundadores de Snapchat tomaron una decisión que tal vez algún día les haga darse cabezazos contra la pared (o no): dar calabazas a Facebook.
El 13 de noviembre de 2013 se hizo pública la cobra de Snapchat a Facebook. Sus dos fundadores, que apenas sobrepasaban la veintena, dieron calabazas a la oferta de Zuckerberg, que les ofrecía 3.000 millones de dólares por su aplicación. Como mínimo, querían esperar a 2014 para que la situación del servicio fuese mejor gracias al incremento de las cifras de usuarios activos. Con esa lógica, el valor de la hipotética venta debería ser aún mayor.
Aquella sorprendente negativa (dimensionemos por un momento lo que significan no tres, ni treinta, ni trescientos, sino tres mil millones de dólares en la cuenta bancaria) desencadenó una suerte de obsesión de Facebook por desplazar a Snapchat a lo largo de muchos intentos, la mayoría infructuosos.
Algo vio Zuckerberg en ese modelo de mensajería efímera y autodestructiva basada en fotos y vídeos. La primera reacción fue el rápido desarrollo de un competidor, Slingshot, que pasó sin pena ni gloria. Más adelante se llevaron algunas características similares a Messenger o se crearon filtros específicos durante los Juegos Olímpicos. Más adelante, WhatsApp obtuvo un modo de edición de imágenes demasiado familiar para los familiarizados, valga la redundancia, con Snapchat. También fue presentado Lifestage, un clon de Snapchat dirigido exclusivamente a los jóvenes (y también fue rápidamente olvidado).
En los últimos tiempos, la cornada sí ha acertado: Instagram Stories ha sido el disparo más certero. La compra de Instagram en sí ya fue un exitazo de Facebook, quien ya gana más por su publicidad cada trimestre que lo que le costó la adquisición. Ahora, con Stories, sus cifras mejoran con cada reporte.
Y Snapchat tiene motivos para preocuparse: aunque sus cifras de usuarios han continuado con el crecimiento, próximamente sabremos el impacto real de Stories. Con un bonus: pese al 'hype', Snapchat gana mucho menos dinero por usuario que Twitter, parejo en usuarios activos mensuales. Con más tiempo en el mercado, sí, pero en una situación financiera crítica.
En una de las próximas actualizaciones de WhatsApp (otro inmenso negocio de Zuckerberg), Facebook puede dar otra estocada a Snapchat: un nuevo status para cada usuario que en lugar de limitarse a un texto se amplía a una foto o vídeo con las habituales herramientas creativas de edición.
¿Será 2017 el año en el que los fundadores de Snapchat hagan público el pesar por la negativa a convertirse en multimillonarios a los veintiuno?