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LOS USUARIOS TIENEN MECANISMOS PARA DENUNCIAR A TWITTER CUENTAS Y TUITS
Las nuevas normas que Twitter ha puesto en funcionamiento dejarán un margen mucho menor a los discursos extremistas. La red social se ha propuesto desterrar los abusos y los mensajes de odio. Te contamos cómo puedes denunciarlos.
Twitter se pone serio. Al menos es lo que se deduce de las nuevas reglas de uso que la compañía ha establecido. En noviembre ya anunció que haría cambios y que estos afectarían a los discursos del odio, que promovían ciertos grupos con una amplia impunidad a lo largo de la red social.
El abuso y el acoso, dos de los males que atraviesan la red social, son objetivo de estas nuevas reglas. Aunque tal vez lo que más condenen sean los discursos del odio que campean en forma de tuits, a veces totalmente normalizados.
Ni que decir tiene los usuarios pueden tener un papel activo en este contexto. El hecho de que Twitter haya endurecido sus reglas hará que previsiblemente sus denuncias sean más efectivas. En lo que respecta a la incitación al odio, la red social prohíbe toda forma de violencia verbal por motivo de raza, origen étnico, nacionalidad, orientación sexual, género, identidad de género, afiliación religiosa, edad, discapacidad o enfermedad.
A la hora de denunciar un abuso, ya seas víctima del mismo o simplemente testigo, se puede acudir a esta página. En ella hay que rellenar un formulario sencillo, donde se especifica el tipo de abuso, desde el acoso a las amenazas violentas, pasando por el odio. A partir de ahí se detallan más datos sobre el problema, incluyendo el nombre de usuario denunciado y los tuits específicos que revelan la situación.
Después el usuario solo tiene que firmar con su nombre de perfil, una cuenta de correo y su nombre completo para identificarlo. El objetivo es tratar de evitar los resortes nocivos que se activan cuando se permite el anonimato en las denuncias.
En un principio las nuevas normas de la red social se aplican a cualquier tipo de discurso que incite al odio. Aunque cabe esperar que se ponga el acento en las cuentas de extrema derecha de Estados Unidos, que son las que han suscitado las críticas más sonadas. Cualquier signo de imaginería neo nazi, ya sea en las fotos de perfil, la biografía o el nombre de usuario podría ser motivo para suspender una cuenta.
Asimismo Twitter ha apuntado que en las primeras semanas desde la aplicación de las nuevas reglas hará un proceso de seguimiento detallado. Evaluarán cómo funcionan los cambios y, a partir de ahí, maniobrarán, comunicando sus progresos públicamente.
Desde hace tiempo se acusa a la red social de no atajar los discursos extremistas, que alimentan el odio. Estas medidas sirven precisamente a este propósito, a la espera de ver cómo se aplican. Por otra parte, lo cierto es que estos grupos cuyos mensajes se sitúan en los extremos siempre han sido cafeína para una plataforma que apenas crece en usuarios activos, su principal motivo de decaimiento y por el que no ha podido competir con Facebook.
La interacción que provocan los mensajes de estos colectivos encienden los timelines y vuelcan a los usuarios sobre sus teclados para tuitear. Hacen llover críticas, ironías, incluso fomentan la creatividad. Todo con tal de polemizar, desacreditar y defender una postura. A veces parece que cuanto más estridente sea un tuit más conversación generará. Tal vez por eso Twitter haya tardado tanto en ponerse serio con los discursos más extremos.