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HERRAMIENTA DE CÓDIGO ABIERTO
Hasta ahora era una noticia que no había trascendido demasiado, pero la incorporación de Facebook, Twitter, Google y Microsoft hace que esta iniciativa gane enteros, precisamente por contar con el respaldo de los gigantes de la industria. No es para menos.
Igual que en el año 2000 en España se comenzaron a permitir las portabilidades móviles, cambiar de operadora sin perder el número de teléfono, ahora podremos pasar de una compañía a otra sin perder nuestra información.
Una iniciativa así de sencilla -y así de compleja de armar, por otro lado- puede convertirse en una de las noticias del año. Pongamos por caso que mañana aparece una aplicación de mensajería potente, con gran diseño, multiplataforma, varias capas de seguridad y algunas soluciones tecnológicas no replicables con facilidad que nos hace desear pasar de WhatsApp a ella.
Lo usual es que sea imposible hacerlo sin perder nuestro historial, conversaciones, etc. Con esta nueva alianza sí se podría hacer, puesto que podríamos exportar nuestros datos fácilmente y llevarlos a esa nueva app de mensajería.
Otro ejemplo: imagina que hoy estás feliz publicando tus fotos en Instagram, y mañana deja de parecerte un buen servicio por cuestiones de privacidad, pongamos, y prefieres llevarte tu galería a otro servicio distinto. Con un estándar así, podrías.
Pensando mucho más allá, lo mismo podía aplicar a aplicaciones que monitoricen nuestros entrenamientos o carreras, por ejemplo. O a las playlists y bibliotecas creadas en servicios de música en streaming.
Steve Satterfield, director de privacidad y políticas públicas de Facebook, sobre Data Transfer Project:
“Mover tus datos entre dos servicios diferentes puede ser complejo porque cada servicio está construido de forma diferente y usa diferentes tipos de datos que pueden requerir controles y herramientas de privacidad únicos”.
Si esta iniciativa avanza, y con el apoyo de estos gigantes podemos pensar que sí, estaremos ante una mayor libertad a la hora de elegir plataformas online sin tener que encadenarnos a ellas durante más tiempo del que querríamos.