Astronomía, divulgación, descubrimientos, ecología, innovación...
PING, QUITTER...
Aunque esté de moda y todo el mundo esté hablando de la nueva red social, no parece que Vero vaya a petarlo, precisamente. Pero bueno, no es algo que no les haya pasado antes a otros.
Se ha convertido en la última sensación de internet: Vero ha llegado a nuestras vidas con bastante fama y hype y pretende ser poco menos que el nuevo Facebook, el nuevo Twitter o, en general, la nueva red social que se consolide en todo el mundo.
Sin embargo, no nos engañemos: Vero es lo que es. No solo por los incesantes fallos que ha ido teniendo desde la semana pasada, sino también porque, por mucho que coseche titulares y reseñas, no tiene pinta de que dentro de unos meses sigamos acordándonos de ella.
Pero oye, que tampoco es un drama, que esto les ha pasado a muchos. Y si no, que se lo digan a estas cuatro redes sociales que se las prometían muy felices y consiguieron muy poco (o incluso absolutamente nada).
1.- Orkut
Uno de los primeros intentos de Google en esto de las redes sociales. Orkut nació de un empleado turco del gigante de Silicon Valley, que creyó estar diseñando la nueva red social que iba a triunfar en todo el mundo. Y en principio no les salió del todo mal, ya que consiguieron que más de 300 millones de usuarios se registraran.
Sin embargo, la red social InCircle, donde había estado trabajando dicho empleado, demandó a Google, ya que entendían que Orkut había cogido parte de su código. Google tampoco se lo pensó demasiado y acabó cerrando la red social.
2.- Ping
Ninguna gran empresa tecnológica ha querido quedarse sin su propia red social. Apple también lo intentó en 2010, dando lugar a Ping, la plataforma con la que pretendían subir al olimpo de las redes sociales. De hecho, el propio Steve Jobs se vino arriba al presentarla, asegurando que Ping era como si Twitter y Facebook hubieran conocido a iTunes. Y no sabemos si se conocieron o no, lo que sabemos es que Ping cerró definitivamente en 2012.
3.- Quitter
Cuando los usuarios de Twitter empezaron a sospechar de posibles malas intenciones por parte de la plataforma, empezaron a clamar por una nueva red social que tuviera un tono más comprometido a nivel político y ciudadano. Y esa, en principio, iba a ser Quitter.
Quitter era una especie de plataforma descentralizada que criticaba (y mucho) el funcionamiento de Twitter. Al principio cosechó un gran interés por parte de los usuarios, pero... ¿tú ahora entras en Quitter? Pues eso.
4.- Diaspora
Otros contestatarios que se dieron de bruces. En 2010, en pleno auge de Facebook, Diaspora se autopresentó como una red social que no iba a espiarte a través de tus publicaciones, como decían que hacía Facebook. Se financiaron mediante crowdfunding y consiguieron más de 200.000 euros, pero ese fue su único éxito: a día de hoy, Diaspora también ha fracasado.