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ESTUDIO DE LA CARLOS III
La similitud no es la clave, según un estudio en el que participa la Universidad Carlos III de Madrid. Técnicas de machine learning permiten predecir si entre dos personas hay o no una relación, a través de la identificación de los vínculos comunes y no de sus características individuales. Estos desarrollos posibilitarían una mejora en el clima social de las aulas y lugares de trabajo, así como una aceptación del valor creativo de la diversidad.
Investigadores de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M), la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) y la Universidad Loyola sugieren que la personalidad parece no influir demasiado a la hora de escoger las relaciones sociales de amistad en el instituto, las cuales parecen basarse más en la cercanía de nuestros contactos.
El estudio, que han publicado recientemente en la revista PNAS, "se trata de un trabajo pionero en el sentido de que usa técnicas de machine learning (una de las técnicas en las que se basa la inteligencia artificial) para predecir si entre dos personas hay una relación (buena o mala)", según indica Anxo Sánchez, uno de los autores del estudio, catedrático de Matemáticas de la UC3M e investigador del Grupo Interdisciplinar de Sistemas Complejos (GISC).
Pero, más allá de esta predicción en sí, el artículo procura aportar información acerca de "cómo construimos nuestras amistades, al identificar las relaciones comunes y no las características personales como el principal motivo de estar conectados", en palabras de Sánchez.
Según los autores, se puede predecir con bastante precisión si dos personas son amigas o se llevan mal simplemente conociendo cuántos amigos y enemigos tienen en común.
La investigación ofrece un análisis sobre las relaciones sociales del alumnado de 13 institutos de educación secundaria, incluye a más de 3.000 estudiantes y alrededor de 60.000 relaciones positivas y negativas declaradas, junto con pruebas de rasgos personales de los estudiantes.
"Podemos predecir con bastante precisión (del 90 %) si dos personas son amigas o se llevan mal simplemente conociendo cuántos amigos y enemigos tienen en común", explica el investigador.
"Nuestros resultados sugieren un mecanismo de nucleación de las relaciones sociales basado en rasgos individuales, seguido de un crecimiento y evolución de la red de amistades dominada por una influencia triádica (amigos de amigos de amigos)", señala otra de las autoras del estudio, María Pereda, del departamento de Ingeniería de Organización, Administración de Empresas y Estadística de la UPM. "Esto sugiere que no solo nuestras amistades cercanas tienen un efecto en nosotros, sino que incluso personas que conocemos de manera indirecta pueden afectar nuestros comportamientos y decisiones. Este descubrimiento tiene implicaciones emocionantes para la forma en que entendemos la dinámica social y el papel que desempeñamos en ella", añade.
El trabajo desafía la creencia común de que las amistades se basan en la similitud, es decir, la homofilia. Ahora, comprender una nueva dimensión de establecimiento de la amistad puede tener implicaciones importantes en cómo entendemos y construimos nuestros vínculos afectivos, especialmente en sociedades donde la homogeneidad cultural y de pensamiento puede ser muy valorada, según el criterio de los autores.
"Si las personas entienden que no necesitan ser iguales para ser amigos, podrían estar más dispuestas a buscar amistades con personas que tienen diferentes antecedentes, intereses y perspectivas", argumenta Pereda.
"Además, si la homofilia no es lo único importante a la hora de crear nuevas relaciones sino que podemos conectar con otras personas simplemente porque son amigos de nuestros amigos, entonces aumentará la diversidad y, con ello, disminuirá la polarización", indica Pablo Brañas, coautor y catedrático de Economía de la Universidad Loyola.
En el artículo se proporcionan, asimismo, datos y resultados útiles para la gestión de las aulas, los institutos y centros educativos. Por ejemplo, aquellos que permitan "saber cuándo unos estudiantes se pueden encontrar en una situación de riesgo de exclusión social, porque tienen pocas relaciones buenas y muchas relaciones malas", indica José Antonio Cuesta, coautor y profesor de Matemáticas de la UC3M.
Esta herramienta podría tener implicaciones para mejorar el clima social en el trabajo, si los empleadores entienden que las diferencias entre los trabajadores pueden ser beneficiosas para la creatividad
"Detectamos muy bien cuál es el clima social de las aulas", a través de "una foto completa de cómo se lleva la gente en el instituto y cómo son esas relaciones (que a veces desconoce el profesorado)", destaca el experto., Gracias a ello, "se podría reorganizar esta cuestión para tratar de mejorar el clima social", apunta. De hecho, la UC3M colabora en esta línea con una empresa de Zaragoza, Kampal, para producir un software que ayude a los orientadores de los institutos a intervenir en situaciones de vulnerabilidad.
Por último, el trabajo de investigación también podría tener implicaciones para la creación de políticas y prácticas en el lugar de trabajo. Por ejemplo, si los empleadores entienden que las diferencias entre los trabajadores pueden ser beneficiosas para la creatividad y el desempeño laboral, podrían fomentar la diversidad en sus equipos y ambientes de trabajo. En resumen, esta investigación puede ayudarnos a construir relaciones más saludables y productivas en nuestras vidas personales y profesionales.
Referencia:
Ruiz-García, M. et al. "Triadic influence as a proxy for compatibility in social relationships". Proceedings of the National Academy of Sciences (2023)