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LÍDERES EN ENDOCRINOLOGÍA
El médico Daniel J. Drucker, el biólogo molecular Jeffrey M. Friedman, el endocrinólogo Joel F. Habener y los químicos Jens Juul Holst y Svetlana Mojsov han sido galardonados con este premio por sus trabajos en el tratamiento de la diabetes y el estudio de la obesidad, que han traído grandes avances, según el jurado.
Este miércoles se han anunciado los Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica, cuyos homenajeados son importantes investigadores en el campo de la endocrinología. El médico Daniel J. Drucker de Canadá, el endocrinólogo Joel F. Habener de Estados Unidos, el químico Jens Juul Holst de Dinamarca y la química Svetlana Mojsov comparten el reconocimiento de haber iniciado y desarrollado esta investigación desde los años 70 del pasado siglo.
Desde sus diferentes laboratorios estudiaron las hormonas que intervienen en el proceso y regulan el metabolismo digestivo, como la somatostatina y variantes del glucagón, denominadas GLP-1 y GLP-2. Comprobaron, también, que este sistema de homeostasis podía ser una diana terapéutica efectiva contra la diabetes de tipo 2.
La semaglutida funciona como agonista del receptor del glucagón GLP-1, por lo que inhibe la producción de esta hormona, reduciendo los niveles de azúcar en sangre y mejorando el crecimiento de las células betapancreáticas. Además, se ha comprobado que tiene efectos protectores de accidentes vasculares en adultos con obesidad.
Por su parte, el biólogo molecular Jeffrey M. Friedman descubrió en 1994 otra hormona, la leptina, que se genera en las células grasas o adipocitos y actúa sobre la región cerebral que controla el apetito. Se trata de un sistema en equilibrio: cuanta más grasa hay más leptina se produce, lo que disminuye el apetito, reduciendo la grasa del organismo y por tanto la producción de leptina. En el caso de las personas obsesas este mecanismo está desequilibrado. También ha estudiado la predisposición genética a la obesidad.
En los últimos años se ha producido un gran avance en el tratamiento de la diabetes tipo 2, con la aparición de fármacos que utilizan como principio activo la semaglutida, un péptido semejante a una hormona, el glucagón-1 o GLP-1, que juega un papel de contrapeso de la insulina en el equilibrio del azúcar en sangre.
Cuando el nivel de azúcar baja, el glucagón induce al hígado a liberar glucosa y cuando sube se genera más insulina, que se encarga de reducir el exceso. Además, la semaglutida produce una notable reducción del apetito, lo que ha convertido en un éxito al Ozempic, uno de los fármacos producidos con este principio activo. La revista Science designó a estos fármacos contra la obesidad como el mayor avance científico de 2023.
Daniel J. Drucker (Montreal, Canadá, 26 de junio de 1956) se licenció en Medicina por la Universidad de Toronto en 1980. Desde entonces ha trabajado en el Hospital Johns Hopkins de Baltimore, Hospital General de Massachusetts y Hospital General de Toronto. Desde 2006 es investigador senior en el Instituto de Investigación Lunenfeld-Tanenbaum del Hospital Monte Sinai. Combina su investigación con la docencia en la Universidad de Toronto, de la que es profesor desde 1987 y catedrático desde 1996. Es autor de unas 430 publicaciones científicas y de 33 patentes.
Ha sido incluido, junto con Joel Habener, Svetlana Mojsov y Jens Juul Holst, en la lista TIME100 HEALTH de las personas más influyentes en sanidad en 2024 de la revista TIME. Ha recibido numerosos premios y reconocimientos, como los otros cuatro galardonados con el Princesa de Asturias.
Jeffrey M. Friedman (Orlando, EE.UU, 20 de julio de 1954) se licenció en Medicina en 1977 por el Albany Medical College, donde realizó su estancia como residente médico hasta 1980. Fue becario de posgrado en la Facultad de Medicina de la Universidad de Cornell y se doctoró en 1986 en la Universidad Rockefeller. Su trayectoria profesional ha estado vinculada al Instituto Howard Hughes de esta universidad. Ha publicado 238 artículos científicos. Es miembro de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, de la Real Academia Sueca de Ciencias y de la Academia Estadounidense de las Artes y las Ciencias.
Joel F. Habener (nacido en Estados Unidos el 29 de junio de 1937) se licenció en Ciencias en la Universidad de Redlands en 1960 y se doctoró en Medicina en la David Geffen School of Medicine de la Universidad de California en Los Ángeles en 1965. Realizó una estancia como interno residente en la Escuela de Medicina de la Universidad John Hopkins (1965-67) y en el Hospital General de Massachusetts. Desde 1973 ha compaginado la investigación, la docencia y la actividad clínica como profesor de Medicina en la Universidad de Harvard y director del Laboratorio de Endocrinología molecular del Hospital General de Massachusetts. Es autor de más de 450 publicaciones científicas.
Jens Juul Holst (Copenhague, Dinamarca, 1 de agosto de 1945) se licenció en 1970 y se doctoró en 1978 en Ciencias Médicas por la Universidad de Copenhague. Compaginó sus estudios con prácticas clínicas e investigación en el Hospital Bispebjerg y más tarde, como docente y científico en el departamento de Fisiología Médica de la Universidad de Copenhague, desde 1977 hasta la actualidad. En 2010 fue nombrado director científico del Centro de Investigaciones Metabólicas Básicas de los Laboratorios Novo Nordisk, con sede en la Universidad de Copenhague. Es cofundador de las empresas Antag Therapeutics y Bainan Biotech. Ha publicado más de dos mil artículos en revistas científicas y es coautor de 10 patentes.
Svetlana Mojsov (Skopie, Macedonia del Norte, 8 de diciembre de 1947) estudió física-química en Belgrado y se graduó en 1972 en la Rockefeller University (EE. UU.). Allí trabajó con el premio Nobel de Química 1984 Robert Merrifield y se especializó en la síntesis de péptidos. Más tarde se trasladó al Hospital General de Massachusetts, donde identificó el péptido GLP-1, lo sintetizó y estudió su función, además de desarrollar anticuerpos contra algunas de sus secuencias. En los años noventa regresó a la Universidad Rockefeller. Pese a su papel en el descubrimiento y estudio del GLP-1, su nombre no fue reconocido hasta que inició una reivindicación reclamando que se corrigieran artículos aparecidos en The New York Times, Nature y Cell. La revista Science publicó un extenso artículo en septiembre de 2023 explicando y reconociendo su contribución, reflejada en más de 40 publicaciones científicas.