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El Nobel para Francisco Mojica, pionero de CRISPR, tendrá que esperar
“Es muy poco probable que le den el Nobel a CRISPR, es demasiado pronto; y es improbable que me lo concedan a mí en particular”, reconocía Francisco Mojica a Sinc esta misma mañana antes de darse a conocer los galardonados con el Nobel de Química de este año.
“Además no creo que me vayan a llamar porque no tienen mi teléfono”, bromeaba el microbiólogo, más preocupado por su primera intervención en un programa de televisión –La Mañana de la 1–, que por la llamada de la Real Academia Sueca de las Ciencias.
En este sentido estaba tranquilo: “Como la posibilidad es tan remota, no creas que me afecta mucho al estado de ánimo”.
“Si se hubiera podido hacer algo más por nuestro lado, habría más posibilidades de que me otorgaran una parte del Nobel, pero se hizo lo que se pudo –añade–. De todas formas, si algún día me lo dieran, sería por el descubrimiento del sistema inmunológico de las bacterias, que después se ha aprovechado para crear la herramienta CRISPR. Aunque fuera el primero, ha habido mucha gente en el mundo involucrada en su desarrollo y que ha hecho cosas muy importantes, no solamente yo”.
En cualquier caso, Mojica está muy satisfecho con su experiencia con CRISPR: “Como pionero he aprendido que cuando uno cree en algo hay que seguir con ello. A veces sale bien y otras mal. Esta vez ha salido fenomenal. A pesar de que las condiciones no eran las óptimas en su momento, esta vez, por circunstancias, ha salido algo estupendo”.