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Las técnicas de caza submarina del tiburón blanco, al descubierto
Las claras aguas que rodean la isla Guadalupe (al sur de Baja California, México), en la costa pacífica, son el escenario ideal para observar al tiburón blanco (Carcharodon carcharias), una especie considerada vulnerable según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Allí, investigadores estadounidenses y mexicanos emprendieron seis misiones entre octubre y noviembre de 2013 con vehículos submarinos autónomos (REMUS SharkCam) que llevaban seis videocámaras para observar a los tiburones blancos desde ángulos y perspectivas diferentes y registrar sus comportamientos, el uso del hábitat y sus modos de alimentación.
Los científicos marcaron con arpones las aletas dorsales de un macho y tres hembras –entre las que se encontraba el ejemplar Deep Blue, de seis metros de longitud, considerado el mayor tiburón blanco jamás filmado–, y grabaron un total de 13 horas a profundidades de unos 100 metros.
Los resultados de esta investigación, que se han publicado ahora en Journal of Fish Biology, muestran más que lo que esperaban: suponen las primeras observaciones de comportamientos predatorios de esta especie en grandes profundidades.
“Mucho de lo que sabemos sobre los conductas predatorias de los tiburones blancos proviene de observaciones en superficie. Pero queríamos averiguar qué pasa en las profundidades, cómo se comportan y si cazan”, explica Gregory Skomal, biólogo en la Massachusetts Division of Marine Fisheries (EE UU) y autor principal del trabajo.
Más de 30 interacciones con los robots
Aunque los científicos marcaron a cuatro tiburones, la mayoría de los encuentros que los robots REMUS SharkCam documentaron se produjeron con escualos que no estaban siendo monitorizados. Se registraron unas 30 interacciones con 10 tiburones, desde simples acercamientos hasta golpes en el vehículo submarino, y en nueve ocasiones, mordiscos agresivos, interpretados como comportamientos predatorios.
“Estos acontecimientos son muy raros de percibir. Realmente, todas las observaciones publicadas se basan en interacciones en superficie”, atestiguan los autores, que añaden que en las aguas de la isla Guadalupe, muy pocos ataques se producían en la superficie o a simple vista. Las claras aguas suponen en realidad una oportunidad de caza diferente para los tiburones blancos.
Según el estudio, los escualos se benefician de la clara visibilidad de las aguas que rodean la isla para encontrar focas, perseguirlas y atacarlas por sorpresa desde las profundidades, donde el tiburón se esconde en las aguas más oscuras mientras sigue a su presa.
Los investigadores, entre los que se encuentra Mauricio Hoyos-Padilla, director general de la organización mexicana Pelagios-Kakunjá, han vuelto el mes pasado a la isla de Guadalupe para continuar marcando y grabando tiburones blancos. Este verano estrenarán el nuevo vídeo durante la Discovery Channel's Shark Week. En próximas misiones el equipo pretende usar robots que alcancen mayores profundidades con baterías más duraderas.
REMUS SharkCam: The hunter and the hunted from Woods Hole Oceanographic Inst. on Vimeo.
“Esta tecnología SharkCam ofrece una nueva e innovadora herramienta para entender los comportamientos de animales marinos. No hay ningún otro método en la actualidad que pueda obtener imágenes de tiburones blancos a grandes profundidades en océano abierto”, concluye Amy Kukulya, ingeniera en la Woods Hole Oceanographic Institution y una de las principales expertas en los REMUS SharkCam.
Referencia bibliográfica:
G.B. Skomal; E.M. Hoyos-Padilla; A. Kukulya; R. Stokey. “Subsurface observations of white shark Carcharodon carcharias predatory behaviour using an autonomous underwater vehicle” Journal of Fish Biology 28 de diciembre de 2015 DOI: 10.1111/jfb.12828