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HACE 14.000 AÑOS
El equipo de arqueólogos del Centro de Estudios del Patrimonio Arqueológico de la Universidad Autónoma de Barcelona y el del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana han terminado la fase excavatoria con la que buscan reconstruir el yacimiento de Cova Gran, donde encontraron los restos óseos de una mujer que vivió hace 14.000 años.
Acaba de terminar la campaña de excavaciones de 2023 en el abrigo de la Cova Gran de Santa Linya (Lleida), en las que Alfonso Benito Calvo, geólogo del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH) colabora desde 2009 con el equipo.
Se trata de un yacimiento situado en la Noguera, una región de los Prepirineos donde en 2021 aparecieron restos óseos de un esqueleto humano de hace 14 000 años, correspondientes a una mujer adulta de pequeño tamaño, bautizada como Linya, la mujer de La Noguera.
Modelo 3D del lugar donde se encontró a Linya. / Alfonso Benito Calvo
En la campaña de este verano se ha continuado excavando en el área donde se hallaron los retos de Linya, recuperando las herramientas de piedra que la rodeaban y tratando de reconstruir los procesos naturales que ocurrieron cuando murió y su esqueleto quedó enterrado bajo bloques de piedra.
Para ello se están utilizando varias técnicas: estudios estratigráficos, analizando los procesos que fueron acumulando el sedimento; técnicas 3D de fotogrametría a fin de estudiar la geometría de los estratos y del yacimiento; escáneres láser y drones con GPS muy precisos para modelizar en 3D el yacimiento, así como fotogrametría terrestre para modelizar la excavación donde se halló a Linya.
"Estos modelos 3D se están procesando a alta resolución en el Laboratorio de Cartografía digital y Análisis 3D del CENIEH, y van a ser fundamentales para hacer la reconstrucción virtual de cómo era el terreno donde yació esta mujer sapiens", explica Alfonso Benito Calvo.
La Cova Gran es un gran abrigo con forma de semibóveda, donde la degradación de las paredes fue acumulando sedimentos en su interior, que fueron enterrando y preservando hasta nuestros días las actividades de las poblaciones que vivieron en esta región de los Prepirineos durante los últimos 50.000 años.
Este yacimiento conserva importantes asentamientos prehistóricos, desde los últimos neandertales a los primeros humanos modernos, hasta los primeros agricultores y ganaderos en el Neolítico.