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EL PRÓXIMO 8 DE ABRIL
Este 8 de abril, la Luna se interpondrá entre la Tierra y el Sol, ocultando totalmente nuestra estrella durante unos instantes. El espectáculo astronómico se podrá disfrutar en México, Estados Unidos y Canadá, y también a través de internet en canales como los de la agencia espacial estadounidense.
Un eclipse solar total ocurre cuando la Luna pasa entre la Tierra y el Sol, bloqueando completamente su brillante disco. Este fenómeno se podrá observar el 8 de abril de 2024 en Norteamérica y la NASA lo transmitirá por sus diversas redes, incluido su canal en español a partir de las 13.30 h (hora costa este de Estados Unidos, 19:30 en la Península).
Las personas que estén en la denominada trayectoria o franja de la totalidad observarán que el cielo se oscurece, como si fuera el amanecer o el anochecer. Si las condiciones meteorológicas lo permiten, también verán la corona del Sol, su atmósfera exterior, que suele estar oscurecida por la cara luminosa de nuestra estrella.
Trayectoria del eclipse por México, EE UU y Canadá. / NASA
El eclipse solar total comenzará a verse sobre el sur del océano Pacífico. El primer lugar en Norteamérica continental que experimentará la totalidad será la costa pacífica mexicana cerca de las 11:07 a.m. hora local. La trayectoria atravesará los estados de Sinaloa, Durango y Coahuila en México.
Después ingresará a Estados Unidos en Texas y pasará por Oklahoma, Arkansas, Missouri, Illinois, Kentucky, Indiana, Ohio, Pensilvania, Nueva York, Vermont, New Hampshire y Maine.
El eclipse entrará en Canadá en el sur de Ontario y continuará a través de Quebec, Nuevo Brunswick, la isla del Príncipe Eduardo y Cabo Bretón. Finalmente saldrá de Norteamérica continental por la costa atlántica de Terranova, Canadá, a las 5:16 p.m. de esa zona.
Nunca hay que mirar al Sol directamente sin una protección ocular especializada, excepto durante la breve fase total del eclipse cuando la Luna bloquea totalmente a nuestra estrella.
La observación de cualquier parte del Sol a través de la lente de una cámara, de binoculares o de un telescopio sin utilizar un filtro solar especial para ese propósito que esté sujeto de forma segura sobre la parte frontal del dispositivo óptico, causará lesiones oculares graves de forma instantánea.
Para observar el fenómeno se pueden usar anteojos o gafas de eclipse (no las de sol comunes) o bien visores solares de mano certificados para ello.
El eclipse parcial
Existen varias fases distintas que los observadores pueden esperar ver. A medida que la Luna pasa entre el Sol y la Tierra, al principio no cubre al Sol por completo. Nuestra estrella se ve en forma de media luna.
En la mayoría de los lugares, la fase de eclipse parcial durará entre 70 y 80 minutos. El momento en que la Luna "toca" el Sol por primera vez también se llama primer contacto.
Eclipse solar parcial visto desde el edificio del Capitolio de Estados Unidos el 10 de junio de 2021, como fue observado desde Arlington, Virginia. / NASA/Bill Ingalls
Las franjas de sombra
Durante el fenómeno, unas franjas largas y oscuras llamadas de sombra se mueven rápidamente y están separadas por espacios blancos. Se pueden ver a los lados de los edificios o en el suelo justo antes y después de la totalidad, aunque pueden ser muy tenues y difíciles de fotografiar.
La atmósfera superior de la Tierra contiene masas de aire turbulentas que distorsionan la luz de bordes definidos de la superficie solar, de la misma manera que distorsionan la luz de las estrellas y hacen que titilen.
Las perlas de Baily
Las perlas de Baily aparecen a medida que la Luna hace su último tránsito delante del Sol durante el eclipse solar total del lunes 21 de agosto de 2017 sobre Madras, Oregón. / NASA/Aubrey Gemignani
A medida que la Luna continúa pasando delante del Sol, varios puntos de luz brillan alrededor de los bordes de la Luna. Conocidos como las perlas de Baily, o glóbulos de Baily, estos son rayos de luz del Sol que irradian a través de los valles a lo largo del horizonte de la Luna.
Las perlas de Baily tienen una vida muy corta y pueden no durar lo suficiente como para ser perceptibles para todos los observadores del eclipse solar total.
El anillo de diamantes
Efecto de anillo de diamantes al principio y final de la totalidad durante un eclipse solar total el 21 de agosto de 2017. / NASA/Carla Thomas
Las perlas de Baily comenzarán a desaparecer hasta que finalmente solo quede un punto brillante a lo largo del borde de la sombra de la Luna. Este punto brillante se asemeja al diamante de un anillo gigante formado por el resto de la atmósfera del Sol. Está a punto de llegar el momento cumbre.
La esperada totalidad
Una vez que el anillo de diamantes desaparezca y ya no haya luz solar directa, es el único momento en el que los observadores se pueden quitar sus gafas o anteojos para eclipses y mirarlo de forma segura a simple vista. La imagen no se suele olvidar.
Eclipse solar total del 21 de agosto de 2017 en Madras, Oregón. / NASA/Nat Gopalswamy
Este momento también se llama segundo contacto. Durante la totalidad, es posible que los espectadores vean la cromosfera (una región de la atmósfera solar que se ve como un delgado círculo de color rosa alrededor de la Luna puesta delante) y la corona (la atmósfera exterior del Sol, que se ve como rayos de luz blanca).
Durante la totalidad, se recomienda tomar unos segundos para observar el entorno. Es posible que se vea una puesta de sol de 360 grados, e incluso algunas estrellas o planetas brillantes en el cielo oscurecido.
La temperatura del aire bajará y, por lo general, un silencio fantasmagórico se hará sentir alrededor. También vale la pena echar un vistazo a la gente del entorno: muchas personas tienen una profunda reacción emotiva cuando el Sol entra en la totalidad.
En cualquier caso, hay que mantenerse atentos para proteger los ojos y volverse a poner los anteojos para eclipses antes de que termine la totalidad, que puede durar solo uno o dos minutos en algunos lugares.
Reaparece el brillo
A medida que la Luna continúa pasando a través de la cara del Sol, se comenzará a ver un brillo en el lado opuesto de donde brillaba el anillo de diamantes al principio. Esta es la atmósfera inferior del Sol, que empezará a asomarse por detrás de la Luna: la señal para dejar de mirar directamente al eclipse y verlo con protección. El primer destello de luz solar alrededor de los bordes de la Luna se llama tercer contacto.
Anillo de diamantes, perlas de Baily y franjas de sombra... otra vez
Las últimas etapas del eclipse son un reflejo de las del comienzo: se volverá a ver el anillo de diamantes, las perlas de Baily y las franjas de sombra antes de que todo el Sol se haga visible. El cuarto contacto es el momento en que ya no queda nada del Sol cubierto por la sombra de la Luna. El eclipse ha terminado por completo.
Más de 30 millones de habitantes viven a lo largo de la trayectoria del eclipse de 2024, y cientos de millones más verán un eclipse parcial. Pasarán otros 20 años antes de que tantas personas en Norteamérica vuelvan a vivir otro eclipse solar total.
Entre la multitud de espectadores, este 8 de abril miles de científicos ciudadanos aficionados también aprovecharán para medir la temperatura del aire y toman fotografías de las nubes. Los datos que obtengan ayudarán a los investigadores que están estudiando cómo el Sol influye en el clima en diferentes medioambientes.
Entre los participantes de esta iniciativa de ciencia ciudadana figuran estudiantes de diversos centros educativos de Estados Unidos. Los datos que recojan los subirán con el móvil o celular a la aplicación GLOBE Eclipse en el marco del programa de Observaciones y Aprendizajes Globales en Beneficio del Ambiente de la NASA.
Estudiantes argentinos recopilan datos sobre las nubes y la temperatura para cargarlos con la herramienta GLOBE Eclipse durante el eclipse que atravesó Sudamérica el 2 de julio de 2019. / Pablo Cecchi
Además, desde el aire, a más de 15 kilómetros de altura, los científicos también estudiarán el eclipse solar total a bordo de aviones jet WB-57 de la NASA. Dos equipos tomarán imágenes de la atmósfera exterior del Sol —la corona— y un tercero medirá la ionosfera, que es la capa superior de la atmósfera de la Tierra que posee carga eléctrica.
Esta información ayudará a la comunidad científica a comprender mejor la estructura y la temperatura de la corona, los efectos del Sol en la atmósfera de la Tierra e incluso en la búsqueda de asteroides que pudieran orbitar cerca del Sol.
Avión jet WB-57 de la NASA utilizado para estudiar eclipses solares. / Centro Espacial Johnson de la NASA/Norah Moran