VIGILANCIA TERRESTRE

Nuevo "centinela" europeo de la Tierra y despedida del cohete Vega

El satélite Sentinel-2C del programa Copernicus de la Unión Europea ha despegado esta semana a bordo del último lanzador Vega desde la Guayana Francesa. La nave proporcionará, junto a otra de su serie, imágenes de alta resolución para la vigilancia terrestre, acuática y atmosférica de nuestro planeta.

Sentinel-2C, el tercer satélite Sentinel-2 del programa Copernicus, se ha lanzado desde el puerto espacial europeo en la Guayana Francesa el 5 de septiembre a las 03:50 (hora peninsular española, 4 de septiembre a las 22:50 hora local) a bordo del último cohete Vega: el vuelo VV24 con el que finalizan las misiones de este lanzador europeo para dejar paso a la nueva versión Vega-C.

El nuevo Sentinel se ha separado del cohete aproximadamente a las 04:48 h. Unos 14 minutos más tarde, la Agencia Espacial Europea (ESA) –responsable de la misión– ha recibido la decisiva señal que indicaba que el satélite estaba en órbita de forma segura. Sentinel-2C continuará proporcionando datos de alta resolución que son esenciales para el programa Copernicus, el principal programa europeo de observación de la Tierra.

La directora de programas de Observación de la Tierra de la ESA, Simonetta Cheli, ha destacado: "Esta misión confirma aún más el papel de Copernicus como un programa líder para contribuir al cambio climático y los desafíos medioambientales en todo el mundo, pero también asegura la continuidad de datos vitales para apoyar la agricultura, la silvicultura, la vigilancia marítima y muchos otros sectores. Juntos, estamos consolidando el compromiso de Europa con un futuro sostenible, dotando a los responsables de la toma de decisiones con las herramientas que necesitan para proteger nuestro planeta".

Por su parte, el director de Transporte Espacial de la ESA, Toni Tolker-Nielsen, se ha referido al lanzador: "El cohete Vega europeo lanzó los dos satélites Sentinel-2 anteriores en 2015 y 2017, por lo que este lanzamiento fue una despedida adecuada de un cohete muy exitoso. Los equipos ya se están preparando para el próximo lanzamiento de Vega, el Vega-C actualizado para finales de año. Este despegue de hoy ha sido el vigésimo lanzamiento exitoso de Vega en sus 12 años de servicio, ¡adiós Vega, larga vida a Vega-C!".

El último cohete Vega despega con el satélite Sentinel-2C. / ESA-CNES-ARIANESPACE/Optique vidéo du CSG–S. Martin

Los vigilantes europeos de la Tierra

La misión Sentinel-2 de Copernicus proporciona imágenes ópticas de alta resolución para una amplia gama de aplicaciones que incluyen vigilancia terrestre, acuática y atmosférica.

La misión se basa en una constelación de dos satélites idénticos que vuelan en la misma órbita pero separados 180 °: Sentinel-2A y Sentinel-2B. Juntos, cubren toda la superficie terrestre y las aguas costeras de la Tierra cada cinco días.

Ahora que Sentinel-2C está en órbita, pronto reemplazará a su predecesor, Sentinel-2A, después de un breve período de observaciones en paralelo. Sentinel-2D eventualmente tomará el relevo de Sentinel-2B. Más tarde, se planea que la misión Sentinel-2 Next Generation garantice la continuidad de los datos más allá de 2035.

Los actuales satélites Sentinel-2 llevan cada uno un generador de imágenes multiespectrales de alta resolución que genera imágenes ópticas en la parte visible, infrarroja cercana e infrarroja de onda corta del espectro electromagnético.

Desde su altitud de 786 km, proporcionan imágenes continuas en 13 bandas espectrales con resoluciones de 10 m, 20 m y 60 m, con una gran anchura de barrido de 290 km.

Los satélites Sentinel-2 llevan un innovador generador de imágenes multiespectrales de alta resolución para observar la Tierra. / ESA/ATG medialab

Los datos de Sentinel-2 se están utilizando actualmente para aplicaciones como la agricultura, la vigilancia de la calidad del agua, la gestión de desastres naturales, incluidos incendios forestales, erupciones volcánicas e inundaciones. La misión ha superado sus expectativas originales, por ejemplo, demostrando su capacidad para detectar las emisiones de metano.

Para la agricultura, la misión ayuda a controlar la salud de los cultivos, predecir el rendimiento y permitir una agricultura de precisión. Las imágenes se utilizan para detectar el tipo de cultivo y determinar variables biofísicas como el índice de área de las hojas, el contenido de clorofila foliar y el contenido de agua foliar para monitorear el crecimiento y la salud de las plantas.

La misión Sentinel-2 es el resultado de una estrecha colaboración entre la ESA, la Comisión Europea, la industria aeroespacial, los proveedores de servicios y los usuarios de datos. La ESA desarrolla, construye, lanza y opera los satélites en órbita, además de descargar los datos científicos.

Esta información de Sentinel-2 está disponible gratuitamente a través del sistema Copernicus Data Space Ecosystem, proporcionando acceso instantáneo a una amplia gama de datos tanto de Copernicus Sentinel missions como deCopernicus Contributing Missions.

Los satélites Sentinel-2 han sido diseñados y construidos por un consorcio de unas 60 empresas lideradas por Airbus Defence and Space. El componente Copernicus del Programa Espacial de la UE cuenta con el apoyo de un conjunto de satélites dedicados, conocidos como la familia Sentinel, y misiones contribuyentes (satélites comerciales y públicos existentes).

De cara al futuro, se están desarrollando seis misiones Sentinel Expansion y cuatro Sentinels Next Generation para abordar la política de la UE y las lagunas en las necesidades de los usuarios de Copernicus.

Despedida del cohete Vega

Sentinel-2C ha sido el último despegue del cohete Vega operado por Arianespace. Después de 12 años de servicio, este ha sido el último vuelo. El Vega original se retira para dar paso a un Vega-C actualizado.

Otras misiones lanzadas por este pequeño y ligero cohete a lo largo de su vida son misiones emblemáticas de la ESA como el demostrador tecnológicoProba-V, el satélite de vigilancia eólica Aeolus, el vehículo de reentrada IXV y LISA Pathfinder, precursor de LISA que medirá las ondas gravitacionales en el espacio.

La línea Vega, ahora con su nueva versión C, garantiza que Europa tenga un acceso versátil e independiente al espacio, complementando la familia de cohetes Ariane (que incluye el 6 capaz de transportar cargas pesadas) para lanzar diferentes tipos de satélites a cualquier órbita.