EN VIAJES LARGOS
En las vacaciones de verano muchos se aventuran a hacer largos viajes en avión, y a veces, con niños y bebés. Si a los adultos ya nos cuesta sobrevivir al jet lag, ¿cómo podemos ayudar a los más pequeños de la familia?
l verano es un momento óptimo para hacer esos viajes más largos que teníamos planeados, ya que disponemos de más vacaciones que durante el resto del año. Sin embargo, viajar a destinos lejanos conlleva en muchas ocasiones sufrir jet lag, lo que altera nuestro sueño.
Esto también afecta a los más pequeños de la casa, que pueden encontrarse desubicados durante unos días debido al cambio en el patrón de sueño. Para evitar el jet lag en la medida de lo posible en bebés y niños, te damos unos consejos:
Si volamos en avión de noche, tanto niños como adultos se pasarán la mayor parte del trayecto durmiendo, lo que evitará que lleguemos a nuestro destino con mucho sueño
Si el viaje que vamos a realizar con niños o bebés dura menos de 3 días, lo ideal es mantener al pequeño en su antigua zona horaria en la medida de lo posible, para que su ritmo de sueño no se vea alterado. Si el viaje es más largo, habrá que cambiarle al nuevo huso horario de forma paulatina.
Los humanos funcionamos por ritmos circadianos, por lo que será útil que hagáis actividades a la luz del día para que el niño se adapte al nuevo horario.
Dormir en una habitación a oscuras en vía al cuerpo señales para producir melatonina, por lo que dormirá de forma más relajada y plácida. No te olvides de llevar sus juguetes favoritos y objetos de apego.