La bella Italia
Venecia es uno de los lugares más hermosos del planeta y merece ser bien disfrutado. Por eso, os dejamos una serie de consejos fundamentales que debéis tener en cuenta si planeáis un viaje a la ciudad italiana.
La Ciudad de los Canales es uno de los principales puntos turísticos del mundo. Y aunque para muchos haya pasado a ser un destino demasiado típico, lo cierto es que su fama es merecida y está completamente justificada, algo que uno solo termina de entender cuando pasea por sus calles y se empapa de esa magia que solo existe en Venecia.
Es fácil disfrutar de un paseo por la ciudad. Los más de 400 puentes que la conforman, esos canales de agua que parecen imposibles y la belleza de sus edificios, la mayoría de gran antigüedad y todos ellos con conexión directa al mar, la convierten en una de las ciudades más hermosas del planeta.
Sin embargo, es cierto que al mismo tiempo es una ciudad complicada y son muchos los factores que pueden dificultar que nos sintamos cómodos en ella. Por eso, os dejamos una serie de consejos para que vuestros días en Venecia sean verdaderamente memorables.
En primer lugar, hay que madrugar. Sí, para disfrutar de Venecia hay que madrugar porque es cierto que la ciudad sigue siendo bella a las doce de la mañana pero lo que se respira a primera hora del día, con las calles prácticamente desiertas y el sonido del mar envolviéndonos a cada paso, es único. Cuando el sol empieza a afianzarse en lo alto del cielo, la ciudad parece otra y en ocasiones puede llegar a agobiar.
Sin olvidarnos de lo anterior, otro consejo: no dejes de pasear en góndola. La tarifa oficial son 80€ por un paseo de treinta minutos y aunque estés poniendo cara de asombro por el elevado precio te aseguramos que merece la pena. Eso sí, hazlo a primera hora de la mañana, en cuanto el servicio esté abierto (en torno a las 09:00 en temporada turística) o te verás atascado en los canales con góndolas rodeándote por todas partes. Como lo que quieres es un paseo tranquilo que te permita ver verdaderamente la ciudad, es aconsejable hacerlo a primera hora.
Y no te olvides del mapa. Venecia es un completo laberinto para aquellos que la visitan por primera vez y es normal que sientas que el puente que estás atravesando lo has cruzado ya una docena de veces. Ya sea instalado en el móvil o a la vieja usanza, ten a mano un buen mapa que indique con exactitud todas las calles que conforman la ciudad. Perderse un rato está bien -es incluso aconsejable también- pero es probable que termines desesperado.
Una vez hayas recorrido buena parte de sus calles (o todas ellas), descansa en la aclamada Plaza de San Marcos. Disfruta de sus monumentos, como la Basílica de San Marcos, y sobre todo tómate un respiro. La Plaza de San Marcos es el lugar donde se concentra gran parte de la vida de la ciudad y merece la pena que sea una parada duradera. No os defraudará.
¡A disfrutar Venecia!