TURQUÍA
¿Viajas a Turquía próximamente? Ten en cuenta estas cosas para no hacer sentir mal a ninguno de sus habitantes.
Es habitual que, cuando organizamos un viaje, busquemos información sobre las cosas que debemos hacer en nuestro destino,os lugares que tenemos que visitar o las comidas que tenemos que probar. Sin embargo, no es tan común que le demos importancia a lo contrario: a esas cosas que no debemos hacer en ese país al que vamos a viajar.
Si bien es cierto que las costumbres de los ciudadanos pueden ser parecidas si viajamos a un país cercano, siempre hay cosas que nosotros hacemos y que allí van a estar mal vistas o van a ser raras. Pero esto sucede más a menudo si hablamos de un país con una cultura muy diferente a la nuestra, como puede ser Turquía.
Precisamente de este país, de Turquía, es del que vamos a hablar en estas líneas. En concreto, de las cosas que no se deben hacer en ese país para no saltarse las normas sociales que tienen y respetar sus costumbres.
Por ejemplo, debes saber que si viajas a Turquía y tienes la suerte de entrar a casa de un local, debes dejar los zapatos en la puerta. De hecho, es habitual que los turcos le presenten unas zapatillas de estar por casa a sus invitados para que no entren con los zapatos de la calle al interior de sus viviendas.
Por otro lado, que esto es algo muy español, debes controlar el volumen. En Turquía no está bien visto poner música alta ni tampoco hablar muy fuerte no solo en espacios públicos, sino también en los hogares. De igual modo, tampoco debes hablar de política porque un mal comentario puede llevarte incluso a prisión.
Además de esto, otra cosa que no has de hacer en Turquía es comer o beber en público durante los meses de ramadán. Se ha de respetar a quienes hacen ayuno y beber un refresco delante de ellos en un día caluroso, por ejemplo, podría hacerlos sentir mal por el hecho de que ellos han de esperar horas para tomarlo.
También consideran que es de mala educación rechazar un té turco, porque que te lo ofrezcan significa que quieren sentarse contigo a hablar. Y de igual manera, en ocasiones también puede sentarles mal que les pidas comida griega porque ellos están muy orgullosos de su cocina.
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