Toma nota
Son muchas las personas que no terminan de animarse a realizar el Camino de Santiago porque encuentran ciertas dificultades en este, como elegir la fecha adecuada. ¿Cuándo es el mejor momento para realizarlo?
La fiebre por el Camino de Santiago, la devoción con la que se vive éste, no ha descendido con el paso de los años. Al contrario. Como cada vez son más las oportunidades que se dan para realizarlo, bien al completo en cualquiera de sus rutas, bien un tramo en cuestión, cada vez son más las personas que se animan a ello.
Las preguntas que uno se hace antes de comenzarlo son las mismas para todas las personas. ¿Qué debo llevar en la mochila? ¿Dónde puedo alojarme? ¿Qué ruta debo escoger? ¿Cuál es la mejor manera de realizarlo? En estas líneas, nos ocuparemos de otra cuestión que también tiene una gran importancia: ¿cuál es la mejor época del año para animarse con ello?
Hay quien dice que uno debe hacerlo cuando se siente preparado, dispuesto e ilusionado con ello, sea la época que sea. Estamos de acuerdo en esto, pues al final el Camino de Santiago está asentado en el esfuerzo, la dedicación y, como hemos dicho, la ilusión. Ahora bien, si llevas mucho tiempo dándolo vueltas y lo que quieres es encontrar el momento adecuado, entonces atención a estas líneas.
Empezamos por descartar. En primer lugar, y aunque es cierto que parece que es la época en la que más apetece hacerlo, os aconsejamos que si tenéis otras opciones descartéis el verano. ¿Por qué? Por varias razones. En primer lugar, porque las temperaturas pueden llegar a resultar sofocantes. En segundo lugar, porque prácticamente cualquier tramo está abarrotado de gente, y puede ser agobiante. En tercer lugar, porque todos los servicios están en sus topes y por tanto son más caros.
Por otro lado, el invierno. Es temporada baja, así que podemos descartar los dos últimos puntos. De hecho, cualquier tramo goza de más tranquilidad que nunca, aunque es cierto que algunos alojamientos permanecen cerrados por esta misma razón. Pero tiene dos factores en contra: las bajas temperaturas, en ocasiones muy bajas, y el gran abrigo que debes llevar. Cargar mucho la mochila no es buena idea, precisamente porque se ha de cargar con ella.
Teniendo en cuenta lo anterior, podemos deducir que tanto la primavera como el otoño son dos buenas épocas para decidirse en ello. Si tuviéramos que apostar por meses concretos, diríamos que mayo y octubre son grandes fechas. La mayoría de albergues están abiertos, pero no tienen demasiada demanda, por tanto no son muy caros y además las temperaturas son más templadas que en cualquier otra época del año. ¿Convencidos?