¿Cómo eres?
Italia es uno de esos países que siempre apetece visitar a un turista ávido por vivir nuevas experiencias. Y en función de la personalidad de cada uno, podemos recomendar una u otra ciudad.
Si nunca has visitado Italia, tal vez estés planeando un próximo viaje a uno de los países más hermosos del mundo. Y si ya has tenido la buena fortuna de pisarlo, entonces probablemente quieras hacerlo. Ahora bien, ¿por dónde empezar? Son muchas las ciudades con amplias ofertas turísticas y es difícil decantarse por una u otra.
Hay un aspecto bastante positivo con respecto a Italia: las ciudades más importantes del país cuentan con personalidades bastante definidas. Así, como turistas, encajaremos mejor en una u otra dependiendo de nuestra personalidad. Claro que siempre habrá sorpresas y uno puede terminar conquistado por una ciudad con la que no se tiene nada en común, quizá por eso precisamente. A veces se encaja de esta manera, y es igualmente bonito.
En cualquier caso, podemos ofrecer un rápido cuadro de esas que exigen una visita obligatoria a toda persona que ame viajar para que seáis vosotros mismos quienes finalmente elijáis.
1. Bolonia.
Situada en el centro de Italia, Bolonia es conocida principalmente por dos cosas que sin duda la definen: su oferta cultural y la comida. La Universidad más antigua de Europa fue fundada aquí y el interés por el estudio es una tradición que no se ha perdido; Bolonia es una ciudad para universitarios, así que es una ciudad llena de vida. Y no se le llama “la Gorda” en vano: muchos creen que la mejor comida de Italia la encontraremos aquí. Es decir, es una ciudad perfecta para quien comulgue con estos dos aspectos, o para quien quiera pasar unos días de desconexión, tranquilos, sin agobios y con todo a favor para disfrutar.
2. Florencia.
La capital de la Toscana es una ciudad perfecta para los más curiosos, porque en cada rincón encontrarán algo de interés. También es una ciudad perfecta para los más reflexivos, porque sus calles, sus edificios, hasta lo que se respira en éstas y entre éstos, invitan a la reflexión. También es perfecta para quien sepa apreciar la belleza, en todos los sentidos. Florencia, como suele decirse, tiene algo. Uno puede sentirse diferente en la cuna del Renacimiento.
3. Milán.
La ciudad más moderna y cosmopolita de Italia, capital de la moda y con grandes centros comerciales donde siempre hay algo que hacer (o que comprar). En ella podemos experimentar una calma diferente a la que encontraremos en las ciudades anteriormente mencionadas y en las que vendrán después, pero no deja de ser una ciudad italiana y eso también lo sentiremos. No destaca por sus museos, porque suelen quedar en el olvido, pero uno no debe olvidar que 'La última cena' de Leonardo da Vinci descansa aquí. En cualquier caso, Milán es para aquellos que no quieran salir de una gran capital, disfrutando al mismo tiempo de la magia italiana.
4. Nápoles.
Se dice que Nápoles, en el sur de Italia, es la ciudad más auténtica del país y no podemos negarlo. Es caótica, es diferente y por momentos conseguirá que te sientas en una especie de micro-mundo que no existe en ningún otro lugar del planeta. En Nápoles reinan las motos, las pizzas, los helados y alguna que otra cosa más que no nombraremos. Es una ciudad para los aventureros, para los que busquen cosas diferentes y para los que quieran disfrutar de todo lo italiano en su máximo esplendor.
5. Roma.
La capital de Italia, la ciudad eterna. En ella podréis respirar algo semejante a lo que se respira en Florencia, pero todo alcanza una magnitud que no puede superar ninguna otra ciudad. Está llena de todo: de gente, de vida, de historia, de monumentos que admirar, de puntos que visitar, de lugares en los que querer quedarse para siempre. Tiene algo del caos de Nápoles, pero al mismo tiempo se mantiene serena, como si fuera consciente de su eternidad. Es inmensa, y está hecha para quien se sienta de manera semejante.
6. Venecia.
¿Es Venecia la ciudad del amor? Con muchas competidoras tratando de robarle un título que comparte con otra gran ciudad, lo cierto es que no nos atrevemos a negarlo. Si hablábamos de Nápoles como una ciudad diferente, que lo es, Venecia no se queda atrás. También en ella nos sentiremos en otro mundo, pues pasearemos por sus calles y sus puentes acompañados de manera constante por el mar. No es un paseo marítimo continuo, no: es una ciudad que nace, vive y muere en el mar. Venecia es para los románticos, en todos los sentidos. Para los que quieren tomar una góndola para callar durante treinta minutos mientras piensan en la persona que tienen al lado, en quien han dejado atrás o en ellos mismos, claro.