RINCONES ÚNICOS
La ciudad de Granada posee espacios únicos desde los que admirar el paisaje y existe un mirador con vistas distintas a las habituales al que es más que recomendable acudir.
Granada es de esas ciudades de España que nada más pisarla sabes que te va a gustar. Su historia, sus rincones y el encanto que posee, acaban por cautivar a todo aquel que la visita.
Desde que la Alhambra y el Generalife fueron nombrados Patrimonio Mundial de la Unesco en 1984, el turismo de la localidad andaluza ha crecido exponencialmente. Es más, La Alhambra se corona año tras año como uno de los monumentos más visitados de España.
En ciudades como esta, en las que la cantidad de turistas aumenta cada vez más, es importante saber buscar espacios algo más tranquilos para poder admirar el lugar desde otras perspectivas. Salir de los clásicos y probar planes diferentes siempre es un acierto y Granada, en ese aspecto, no defrauda.
La conocida como ciudad nazarí posee numerosos rincones desde los que se puede tener una buena panorámica de la ciudad, pero que aún no estén tan transitados hace que algunos sean más especiales. Por eso es indispensable en una visita a Granda ir al Mirador de la Churra.
Situado en el famoso barrio de La Churra, este mirador se encuentra emplazado en el margen izquierdo del río Darro y a los pies de la Alhambra. Las vistas desde aquí son distintas a las habituales ya que se ve la otra parte de la ladera de la Alhambra.
Desde este mirador se pueden apreciar al detalle los famosos barrios de Albaicín y el Sacromonte. Una panorámica con mucho encanto dada la historia de estos barrios y su inconfundible estética.
De igual modo, se pueden divisar otros espacios destacados de Granada como los cármenes, la mezquita Mayor de Granada o el palacio Dar al-Horra. Si a esto le sumamos la luz en momentos concretos del día, como el atardecer, sencillamente parece el plan perfecto.
Si después de estar en el Mirador de la Churra hay ganas de seguir disfrutando del barrio y Granada de una forma distinta a la habitual, la ciudad ofrece una buena gama de posibilidades y, si hay tiempo, hay que aprovechar.
No muy lejos del mirador se encuentra el Huerto del Loro. Un rincón especial desde el que se puede ver el atardecer. La puesta de sol desde este punto es un regalo para la vista y, si eres fan incondicional de los atardeceres, este es tu lugar ideal.
Si al acabar en el Huerto del Loro se quiere seguir paseando por la zona, también hay un sitio en el que poder tomar algo. Lo bueno de Granada es que no será por bares. Hambre y sed no pasarás. Pero sin duda, este plan alternativo merece la pena para cualquier amante de las buenas vistas, la fotografía y el disfrute porque, efectivamente, Granada es para disfrutarla.