POLÉMICA ENTRE LOS VIAJEROS
Con esta medida, la empresa pretende abaratar los costes de combustible de las aeronaves en determinadas rutas.
Cuando la aerolínea estadounidense Hawaiian Airlines descubrió que los aviones que cubrían la ruta entre Honolulu y la Samoa americana consumían mucho más combustible del habitual, la empresa trató de encontrar la causa del problema.
Tras descartar que factores como el viento fueran determinantes, durante seis meses se realizó un estudio en el que se preguntó a los pasajeros si les importaba que les pesaran. Los resultaron fueron concluyentes: la media del peso conjunto de cada pasajero con sus pertenencias era 13,5 kilos superior a lo normal en esa ruta concreta.
La aerolínea adoptó para este trayecto una drástica medida: pesar a los pasajeros antes de subir al avión para decidir qué asientos asignarles. La idea consiste en distribuir el peso en diferentes zonas de la aeronave de forma que se consuma menos combustible.
Una medida polémica
Al poco tiempo de entrar en vigor la obligación de pesarse antes de embarcar, el Departamento de Transporte de Estados Unidos recibió varias quejas. Como esta medida sólo se adoptó para una ruta concreta, se planteó la duda de si se trataba de un posible trato discriminatorio que afectaba especialmente a la población samoana, señalada habitualmente como una de las sociedades con mayor índice de obesidad del mundo.
Sin embargo, las autoridades de aviación se pronunciaron en favor de la aerolínea, que argumentó motivos de seguridad. Según la compañía, si los pasajeros más pesados se colocan en el mismo lado del avión, surgirían serios riesgos en caso de emergencia en el aire. En este sentido, Hawaiian Airlines asegura que adoptó esta medida tan sólo en la ruta entre Honolulu y Samoa porque ningún otro trayecto presentó datos reveladores en el estudio.
Así las cosas, cabe preguntarse si esta obligación puede llegar alguna vez a los vuelos de las aerolíneas españolas.