Turismo cultural
La vieja Europa guarda a buen recaudo algunos de sus tesoros más valiosos en sus históricas bibliotecas
Hoy en día con el fácil acceso que tenemos a los libros gracias a las librerías, las bibliotecas y con la facilidad adicional de disponer de una biblioteca entera en un ebook, tendemos a menospreciar la importancia histórica de las bibliotecas pero en realidad eran, y siguen siendo aunque ahora haya también otros, los centros del saber y el conocimiento.
Empezamos nuestra lista barriendo para casa porque la Biblioteca General Histórica de la Universidad de Salamanca es la biblioteca universitaria más antigua de Europa; está en el edificio de las Escuelas Mayores y fue fundada por el rey Alfonso X el Sabio en el año 1252. Su fondo bibliográfico cuenta con obras únicas como el manuscrito del Libro del Buen Amor, del Arcipreste de Hita.
De España volamos a Italia porque en la localidad de Cesena está la Biblioteca Malatestiana, la más antigua de todo el país y primera biblioteca pública de Europa, es decir, la primera biblioteca de Europa abierta al público en general; se inauguró a mediados del S.XV y su importancia es tal que la UNESCO la ha inscrito en el Registro de la Memoria del Mundo. En cuanto a su fondo bibliográfico, cuenta con casi 250.000 volúmenes entre los que hay más de 250 incunables, unos 4000 manuscritos del SXVI y más de 1700 de los siglos XVI y XIX.
Nos vamos hasta el Reino Unido porque en la Catedral de Wells nos espera la biblioteca más antigua de las islas británicas, se inaguró a mediados del S.XV y el valor de su fondo bibliográfico es tal que desde el S.XVII sus libros permanecen encadenados a las estanterías; cuenta con unos 2800 volúmenes publicados en fechas anteriores al S.XVIII.
De la Catedral de Wells nos vamos al corazón mismo del catolicismo para visitar la Biblioteca Apostólica Vaticana; a mediados del S.XV esta biblioteca era la más grande del mundo occidental, actualmente atesora unos 75.000 códices y más de un millón de libros impresos, 8.500 de ellos incunables; visitar esta biblioteca es, casi, misión imposible porque sólo pueden acceder los investigadores que así se acreditey siempre previa reserva.
La Biblioteca Medicea Laurenziana es un tesoro desde sus escaleras de acceso, obra de Miguel Ángel; aquí se conservan unos 11.000 manuscritos y fue construida en el claustro de la basílica de San Lorenzo por el papa Clemente VI quien otorgó al trabajo al propio Miguel Angel; el mítico artista renacentista se ocupó de la escalinata de acceso y de la sala de lectura pero no completó la obra.
Otra biblioteca europea de visita irrenunciable es la del Trinity College, en Dublín; se inauguró a finales del SXVI, coincidiendo con la fundación del propio Trinity College pero sufrió una ampliación debido a su importante fondo bibliográfico y en el SXVIII se abrió su sala más famosa, The Long Room, de elevadísimos techos y donde guardan 200.000 de los libros más antiguos de la biblioteca ¿su obra más preciada? El Libro de Kells, un manuscrito del año 800.