Portugal
Tal su nombre te suene familiar porque su cueva, la Cueva de Benagil, tiene fama mundial pero lo cierto es que este pueblo del Algarve guarda otros muchos tesoros.
Hasta hace relativamente poco tiempo Benagil era poco más que un pueblo de pescadores pero una cueva creada de forma natural por el mar lo puso en el mapa para muchos viajeros quienes, una vez llegaban a este pintoresco pueblo portugués, descubrían que la famosa cueva era solo uno de los muchos lugares deliciosos que podían visitar sin salir de Benagil; al principio el turismo que llegaba a este pueblo del Algarve era local y luego, poco a poco, cada vez más amantes del mar, la playa y sus cuevas fueron dejándose caer por Benagil, hoy es, sin duda, uno de los destinos más espectaculares y deseados de Porutugal, especialmente en verano.
Claro que lo primero que querrás hacer al llegar a Benagil será visitar su famosa cueva y para ello hay un par de cosas que debes tener claras: la primera es que aunque está cerca de la playa, no debes tratar de acercarte a ella nadando porque aquí las corrientes atlánticas son traicioneras y podrías llevarte un buen susto; lo mejor es que te animes a disfrutar de un paseo en barco para llegar hasta ella y, aquí viene la segunda cosa interesante que debes saber, estos barcos no solo salen de Benagil sino también de otros pueblos cercanos. Además en este paseo descubrirás que la costa de Benagil es toda ella escutural y arquitectónica y te recondará en gran medida a playas tan emblemáticas como la de las Catedrales, en Ribadeo.
Cabe que una vez hayas recorrido la costa de Benagil y te hayas impresionado tanto por sus cuevas como por las formaciones rocosas que recortan su costa te apetezca algo de aventura; si eres un amante del Paddle surf te encantará saber que podrás alquilar una tabla de Stand up Paddle en la playa de Benagil e ir en ella hasta la famosa cueva y a otras menos famosas pero igualmente interesantes de esta zona de la costa del Algarve.
Un día de playa en Benagil es realmente una experiencia que va mucho más allá de lo que puedas imaginar: arena dorada, mar, acantilados, cuevas, deportes náuticos... pero ten siempre muy presentes dos precauciones a tomar, una en el mar y otra en tierra: no pierdas nunca el respeto al mar porque aquí el Atlántico a veces se revuelve; y no busques la sombra de los acantilados porque en ocasiones se producen pequeños desprendimientos que no son peligrosos... siempre que no estés tumbado muy cerca del acantilado, si quieres sombra lleva sombrilla.
Además Benagil mantiene en gran medida el encanto de los pueblos pesqueros, algo que descubrirás también en sus ricos restaurantes; si eres un amante del mar seguro que disfrutarás de lo lindo de unas vacaciones en este pueblo del Algarve portugués.