Castilla y León
La calle Tentenecio es una de las más conocidas de la ciudad de Castilla y León. Lo que pocos saben es que hay una curiosa historia.
Salamanca es una de las ciudades más bonitas no solamente de España, sino de todo el mundo. Siendo honestos, no es para menos. Es un lugar que guarda un gran número de leyendas e historias que, con el paso del tiempo, continúan estando presente en el día a día de los salmantinos y de los turistas.
Diversos ejemplos los encontramos en La Casa de las Muertes, el Huerto de Calixto y Melibea o, incluso, la conocida Cueva de Salamanca. Ahora es el momento de ir mucho más allá y centrarnos en una calle muy peculiar. De hecho, es una de las más conocidas por los habitantes de Salamanca: Calle Tentenecio. Lo que no saben los visitantes es que guarda una curiosa historia.
Esta es la leyenda de la Calle Tentenecio
Esta historia cuenta el milagroso amansamiento de un toro bravo que se escapó del mercado de ganados que estaba teniendo lugar en Salamanca. El animal, como era de esperar, consiguió sembrar el pánico por las calles de la ciudad. Es entonces cuando llegó a la que, por aquel entonces, era conocida como Calle de Santa Catalina.
En ese instante, el animal estaba a punto de embestir a una madre con su hijo. Según cuenta la leyenda, es cuando interviene San Juan de Sahagún (siglo XVII), actual patrón de Salamanca. De manera directa, se enfrenta al toro poniéndole la mano en la cabeza, mientras le decía lo siguiente: “Tente necio”. El animal se paró de inmediato. Como consecuencia de esta curiosa historia, la calle cambió su nombre tras las palabras de San Juan de Sahagún.
Tentenecio, una de las calles más emblemáticas de Salamanca
Esta calle salmantina, con el paso del tiempo, se ha convertido en uno de los rincones más representativos de la ciudad de Castilla y León. Estamos ante una empinada cuesta que nos lleva, de manera directa, desde el Puente Romano con su río Tormes hasta la mismísima Catedral Vieja.
En la parte más elevada de la calle Tentenecio encontramos la conocida Puerta de Los Carros del Claustro de la Catedral Vieja. En la otra parte, nos topamos de lleno con la Puerta del Río de la Cerca Vieja que, en la actualidad, ha desaparecido. Cuando pasas por esta calle es bastante habitual encontrar turistas que quedan fascinados por ese antiguo trazado y arquitectura, así como por la cercana conexión tanto a enclaves de la ciudad como monumentos y museos.