CATEDRALES
Viajamos a Plasencia, en Cáceres, para conocer la historia que esconde tanto la Catedral Nueva como la Catedral Vieja.
Ponemos rumbo a Plasencia, ubicado en la provincia de Cáceres. Dejarse llevar por su casco antiguo es una delicia, ya que encontramos numerosos rincones y edificaciones que no dejan indiferente a nadie. Un claro ejemplo lo encontramos en su Catedral o, mejor dicho, sus Catedrales ya que cuenta con dos edificios perfectamente solapados, pero diferenciados en estilo y tiempo.
Esto es debido a que se pensó en ir derribando la vieja a medida que se fuera construyendo la Nueva. Como no se finalizó la Nueva, hay dos catedrales solapadas, la Nueva y la Vieja. Por lo tanto, es el momento más que perfecto para conocer la historia que esconden las dos Catedrales de Plasencia.
La primera de ellas, también conocida como Iglesia de Santa María, tiene como punto a destacar que cuenta con dos edificios perfectamente solapados, pero diferenciados en tiempo y estilo. En la actualidad, la Catedral Vieja es el Museo Catedralicio de Plasencia. En este edificio, se aprecia a la perfección la transición entre dos estilos arquitectónicos: del románico al gótico. Su construcción nos hace viajar a principios del siglo XIII pero, aun así, cabe destacar que algunos elementos fueron introducidos en el siglo XV.
Sea como sea, durante este periodo de tiempo, las obras estuvieron a cargo de diversos y reconocidos maestros como Juan Pérez, Juan Francés y Diego Díaz. Un año a destacar es 1931, cuando esta catedral fue declarada Monumento Histórico-Artístico siendo considerada en la actualidad Bien de Interés Cultural. Llama poderosamente la atención la Torre del Melón, que sigue al pie de la letra el modelo de las conocidas como “torres linterna”.
En cuanto a la Catedral Nueva de Plasencia, debemos saber que sus obras comenzaron en el año 1498 y continuaron hasta bien entrado el siglo XVI, siguiendo los estilos gótico y renacentista. En su construcción participaron grandes arquitectos de la época, como es el caso de Francisco de Colonia, Enrique Egas, Juan de Álava, Diego de Siloé, Alonso de Covasrrubias y Rodrigo Gil de Hontañón.
No podemos dejar de mencionar la labor de los canteros, que en su mayoría eran vecinos de Plasencia, entre los que sobresale la familia González. De este nuevo edificio destaca el coro, donde se pueden apreciar los sitiales de los Reyes Católicos, así como la Cátedra del Obispo, obra de Rodrigo Alemán. En cuanto al retablo mayor, fue tallado por Gregorio Fernández, con pinturas de Mateo Gallardo, Luis Fernández y Francisco Rizi.
Sin duda, estamos ante dos catedrales verdaderamente espectaculares, significativas y con una gran historia detrás. Una historia que sigue presente en el día a día de los habitantes de Plasencia, y que consigue captar la atención de todo aquel que se anima a dejarse llevar por su magia. ¡No te dejará indiferente!