Palacio Real de Madrid
Nos remontamos al año 1735, cuando el rey Felipe V ordenó reconstruir el que hoy recibe el nombre de Palacio de Oriente, el cual fue previamente usado como Real Alcázar. Desde que finalizó su construcción y se convirtió en la residencia Real en 1764, fue conocido como un icono de los españoles y, por consiguiente, de los madrileños. Pero lo que muchos desconocen son los secretos que esconde este bonito edificio que hoy ha sido reconocido como Patrimonio Nacional y usado para ceremonias de Estado.
La primera curiosidad es que este palacio cuenta con dos plazas, dos jardines y una gran cantidad de salones y habitaciones que fueron usadas por la realeza de la época. En primer lugar nos encontramos con las plazas de la Armería y de Oriente, acompañadas de los jardines del Campo del Moro y de Sabatini, que hoy pueden ser visitados.
En cuanto al interior del emblemático edificio nos encontramos con dos plantas. En la más baja, se encuentran la Real Biblioteca, la Real Botica, la Real Armería, el Archivo General de Palacio y las cocinas reales en las que se cocinaban unos auténticos manjares.
Si subimos a la planta alta por la escalera principal, el palacio nos deleita con un Salón de Alabarderos, Salón de Columnas, Salón de Espejos y Salón del Trono. A estos les siguen la Cámara de Gasparini, el Gabinete de Porcelana, la Real Capilla, la Sala de la Corona, el Antiguo Cuarto de la Reina, el del Infante don Luis, el de la reina María Luisa y el de Carlos IV.
Pero si vamos más allá, este Palacio Real también ha sido víctima de numerosas leyendas que hoy en día erizan la piel a cualquiera que las escuche.
Tras sufrir un incendio en el año 1734, Felipe V ordenó su construcción prohibiendo el uso de la madera. Ello explica que la totalidad de los materiales que lo componen sean de piedra. Y es que muchos cuentan que este fatídico suceso, que duró 4 días, acabó con algunos objetos valiosos que formaban parte de su decoración. De hecho, hoy en día podemos ser testigos de ello observando el retrato del Emperador Carlos V en la Batalla de Mülhberg, elaborado por Tiziano, que presenta zonas quemadas.
Y es que las leyendas van más allá. Durante la construcción de este nuevo palacio, muchos relatan la existencia de fantasmas y demonios que deambulaban por sus habitaciones, así como la aparición de espíritus que empujaban a los trabajadores al vacío, provocando así su muerte.
Pero las desgracias continuaron para esta Familia Real. Cuentan que la mujer de Felipe V, Isabel de Farnesio, vivía atormentada por sus pesadillas en las que presenciaba un terremoto. De este modo, exigió la retirada de las estatuas que lucían sobre el techo del edificio. Este hecho acabó con su temor a ser aplastada por una de ellas y explica, además, el porqué hoy lucen en la plaza de Oriente.
El máximo mandatario del momento, Felipe V, convencido de querer tener un palacio único en el mundo, ordenó que le sacaran los ojos, los brazos y la lengua al arquitecto. De hecho, algunas leyendas cuentan que su cabeza es una de las que aparecen en el exterior del Palacio. Su fantasma es uno de los que vagan por su interior, emitiendo voces y provocando ruidos espeluznantes.
Nos trasladamos hasta los jardines del Campo del Moro, un lugar que hoy también alberga una de las mayores leyendas de Madrid. Su origen se encuentra en el reinado de Juan II, al que le obsequiaron con un oso y un domador que fueron instalados en esta zona. Una noche, el animal salió de su jaula y el adiestrador desapareció. Pero sus almas aún no descansan, pues algunas leyendas dicen que escuchaban gritos y rugidos de dos sombras que daban vida a la escena en la que el domador intentaba escapar del oso.
Estos son algunos de los secretos que esconde este icónico edificio de la historia de España. Fantasmas, maldiciones y fatídicos sucesos que hoy en día permiten que conozcamos su origen. ¿Te atreves a conocerlo?