ARQUITECTURA RELIGIOSA
Es el momento de que descubras ciertas curiosidades del Convento de San Esteban, uno de los grandes emblemas de la ciudad de Salamanca.
Si viajamos a Salamanca, es imprescindible visitar uno de los edificios más históricos de la ciudad. Estamos hablando, cómo no, del Convento de San Esteban o también conocido como Convento de los Dominicos. Comenzó a construirse en el año 1524 por Juan de Álava y finalizó nada más y nada menos que en el año 1610, bajo las órdenes de Rodrigo Gil de Hontañón.
El claustro del Convento de San Esteban, también conocido como “Claustro de las Procesiones” o “Claustro de los Reyes” combina a la perfección ciertos elementos renacentistas y góticos. Como dato curioso, en el Panteón de los Teólogos podemos encontrar los restos de Francisco de Vitoria. Y hablando de curiosidades, es el momento más que perfecto para descubrir ciertos datos que te dejarán sin palabras.
Fachada
Está compuesta por la portada de la iglesia, así como un pórtico cuyo acceso da al convento. Lo peculiar es que ambas cuestiones forman un perfecto ángulo recto con ella. ¡Es espectacular!
El frontis, un ejemplo del Plateresco
Es uno de los grandes exponentes de este estilo que tantísimo caracteriza a la arquitectura en Salamanca. Cabe destacar que está concebida como nada más y nada menos que una portada retablo, formando un perfecto arco de triunfo de medio cañón. De ahí se despliega la decoración marcada por este plateresco.
Martirio de San Esteban
En el mismo centro es exactamente lo que se representa y, justo encima de esto, se encuentra un Calvario. Estos relieves fueron realizados a principios del siglo XVII por nada más y nada menos que Juan Antonio Ceroni.
La inspiración del pórtico
Una de las cuestiones más sorprendentes del pórtico del Convento de San Esteban es que está inspirado en algo tan sorprendente como son las conocidas logias renacentistas italianas. Realizado entre los años 1550 y 1592 por Juan Ribero de Rada, este pórtico contrasta muchísimo con la gran exuberancia decorativa de la fachada del convento.
Retablo principal
Es obra de un rostro conocido en la arquitectura salmantina, como es José Benito de Churriguera. Tiene de peculiar que cuenta con un total de seis grandes columnas salomónicas, que están perfectamente recubiertas de columna vegetal.