Sorpresas que te reserva Islandia
Islandia es una isla que cuenta con paisajes mágicos y miles de curiosidades. ¿Quieres descubrir algunas de ellas?
Cada vez que viajamos debemos abrirnos a aprender. Viajar es aprendizaje. Cada país cuenta con una cultura diferente y sus habitantes tienen un modo de vida que quizá no habíamos visto nunca. Por eso pueden sorprendernos cosas como su forma de comer o sus costumbres.
Además, algunas de las cosas con las que vamos a encontrarnos cuando viajamos a otro país pueden sorprendernos. E Islandia es ideal para eso, para dejarnos boquiabiertos, porque es un país con mil y una curiosidades.
Así, en las siguientes líneas vamos a tratar de acercarnos un poco más a esta isla europea, tan llena de belleza y peculiaridades. ¿Listo para descubrir algunas de sus curiosidades?
En Islandia no hay mosquitos ni hormigas
El clima de este país es tan frío y el ciclo biológico de las hormigas tan lento que es imposible que estos insectos puedan poner huevos y más tarde nacer las larvas. Pero no son los únicos pequeños animales inexistentes en la naturaleza del país, pues tampoco hay mosquitos. Eso sí, es posible que en las casas se encuentre alguna hormiga: allí la temperatura es más cálida.
La policía no va armada
Islandia es un país pequeño y se cometen muy pocos crímenes. La media está en más o menos un asesinato al año. Por eso a la policía no le hace falta llevar pistolas; les basta con un spray de pimienta y una porra.
Hay el doble de ovejas que de personas
Sí, como lo lees. En total tiene unos 300.000 habitantes y ovejas hay más o menos 600.000. ¡Están por todas partes! Y hay algún curioso que afirma que van de tres en tres y nunca solas ni en grupos mayores. Pero eso ya dejamos que lo confirmes por ti mismo.
Sólo hay semáforos en dos ciudades
Solo en la capital y en la ciudad de Akureyri hay semáforos. Pero además los del segundo de los lugares son muy graciosos. Las autoridades decidieron darle un toque original y cambiar el típico círculo rojo por una luz del mismo color pero en forma de corazón.
La gente vive en la costa, sobre todo en el sur
Las frías temperaturas y las tierras del centro y el norte de la isla de Islandia son las culpables de que la población se concentre en la costa sur. Allí es más fácil la construcción de casas y, además, su clima oceánico es más agradable. Así, en el resto del territorio abunda la naturaleza.