VAROSHA EL PARAÍSO ABANDONADO
Aunque Varosha figura dentro del ranking de ciudades “fantasma” que todavía existen en el mundo, es en realidad un suburbio o distrito de Famagusta, la segunda ciudad más importante de Chipre.
Un antiguo complejo urbanístico que estuvo en tiempos lleno de vida, y que hoy es la auténtica expresión del grito del silencio. ¿Qué pasó allí? ¿Por qué este lugar está desierto? ¿Qué fue lo que paso para que Varosha se convirtiera en lo que es ahora, un pueblo fantasma?
Entre 1970 y 1974, fue uno de los puntos turísticos más populares del mundo entero y el punto turístico más popular de Chipre. Lugar de descanso y de inversión favorito de millonarios y celebridades internacionales como Brigitte Bardot, Raquel Weich, Elizabeth Taylor o Richard Burton. Varosha era lo más de lo más, el lugar en el que todos querían pasar unos días de asueto. El glamour se sentía en cada uno de sus rincones, resturantes y centros de ocio como discotecas modernas y bares.
Los que conocieron este rincón, los que tuvieron la suerte de pasar allí algunos días en pleno apogeo, describen Varosha como el centro de la actividad intelectual y del arte del Mediterráneo. Tanto, que tradicionalmente fue comparado con la Riviera Francesa. La presión turística del momento llevo a la construcción de numerosos rascacielos y hoteles, muy rápidamente Varosha creció.
Sin embargo todo se truncó el 20 de julio de 1974. Y es que en esa fecha, Chipre fue invadido por Turquía, y toda la población de Varosha evacuó la ciudad horas antes de que el ejército turco y el grecochipriota se presentaran en las calles de esta población, Famagusta. La gente de la ciudad salió huyendo pensando que se produciría una masacre y la zona quedó desierta.
El ejército turco tomó el control y lo cercó. Y solo al ejército turco y al personal de la ONU le fue permitido permanecer en el área.
En el año 1984, una resolución de las Naciones Unidas solicitó a Turquía la entrega de Varosha a la ONU y prohibió el reasentamiento de personas que no hubiesen sido habitantes anteriores, pero el gobierno turco se negó a cumplir las órdenes de la ONU y mantuvo a Varosha como zona vallada y aislada. Y así sigue, separada del resto de la isla por una reja de alambres de púas, y con el acceso totalmente restringido a cualquier civil.
Así, lentamente, Varosha se fue deteriorando, y llegados a este punto, todo está completamente abandonado. Nunca nadie volvió a residir allí. Las fuerza de la naturaleza ha tomado el mando gradualmente y ha convertido a Varosha en un lugar de película del fin del mundo.
Los edificios están dañados más allá de la reparación durante las últimas cuatro décadas y cualquier esfuerzo de reconstrucción significaría destruir el pueblo entero y reconstruirlo todo de nuevo.
La corrosión de los metales rompiendo las paredes y las ventanas, y las raíces de los árboles creciendo gradualmente a través de las paredes, son la nueva decoración de Varosha 40 años después. Una visión apocalíptica. Pero lo que sí ha seguido igual de bello, han sido sus tranquilas y hermosas playas, que se han convertido en un lugar de asentamiento para las tortugas marinas.
Varosha, la ciudad a orillas de Mediterráneo, sigue inexorablemente congelada en el tiempo. Todavía se pueden ver sombrillas abandonadas en la playa, coches aparcados en sus calles, abandonados a su suerte, sus más de 36 hoteles en decadente estado, uno podría pensar que allí pasó algo terrible. La que fuera el primer destino turístico de Chipre y uno de los destinos turísticos más populares del mundo, es hoy tan solo una sombra de lo que fue.
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