AL LADO
En el extremo noroeste de nuestro país vecino, en medio de las montañas, se encuentra un pueblecito perfecto para una escapada de fin de semana desde Barcelona. Este otoño atrévete a descubrir Ordino, conocido por sus pintorescas casas, un gran parque natural y sus diversos museos.
El turismo rural está de moda, y el otoño es una de las mejores temporadas del año para conocer los montones de lugares encantadores que hay repartidos por el país, como este pueblo de Álava, en el País Vasco, del que te hablábamos recientemente: el más bonito de España para visitar en noviembre.
Lo cierto es que, geográficamente, España es un país muy privilegiado. No solo tenemos toda clase de climas, y por lo tanto de paisajes, a lo largo y ancho de la península, sino que además tenemos países vecinos a los que es muy fácil llegar desde ciertos puntos del país.
Al pueblo del que os hablamos hoy se puede llegar en menos de tres horas desde Barcelona. Está en Andorra y su nombre es Ordino, ubicado en la parroquia del mismo nombre, la cual está compuesta por otros conocidos pueblecitos como El Serrat, Ansalonga, Segudet o La Cortinada.
En Ordino, ya a una gran altitud sobre el nivel del mar de por sí, podemos encontrar uno de los picos más altos de Andorra, el pico de la Font Blanca, que mide casi 3 mil metros. En invierno recibirá muchos visitantes que se dirijan a la estación de esquí de Ordino-Arcalís, por lo que el otoño es el momento idóneo para conocer todo lo demás.
El centro rural de Ordino destaca por su arquitectura de casas de piedra con tejados de pizarra, cuyos colores contrastan con el verde de la naturaleza que hay alrededor. Pasear por sus calles ya es todo un plan en sí mismo, pero si quieres más, la zona cuenta con buena oferta artística y cultural.
Además de acercarte a conocer los monumentos más destacados, como la Capilla de casa Rosell y la Iglesia de San Martín de la Cortinada, de estilo barroco y románico respectivamente, existen varios museos de lo más interesantes. No te pierdas el Museo Iconográfico Sant Jordi, el Museo Casa de Areny-Plandolit, el Museo Postal ni, por supuesto, el Museo de las Miniaturas.