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Los destinos y lugares más emblemáticos que inspiraron Cien años de soledad

La novela Cien años de soledad de Gabriel García Márquez ha sido llevada a la televisión y se acaba de estrenar en formato de Serie, es por eso que queremos contarte todos los destinos y lugares que inspiraron a este éxito.

En Viajestic somos amantes de todo tipo de turismo: Cultural, de aventura, rural, urbano... pero también nos encanta visitar los lugares que han sido escenario de algunas películas y series, como es el caso del pueblo pesquero de Asturias donde se grabó la serie La última noche en Tremor.

Desde que se anunciase que el realismo mágico de Gabriel García Márquez sería contado en la serie Cien años de soledad, que se acaba de estrenar, la búsqueda de los tours en Colombia enfocados en el Nobel de Literatura, se ha incrementado un 15% respecto al año anterior, según un informe de Civitatis.

Aracataca, en Colombia | Civitatis

Y es que, en destinos como Barranquilla, Cartagena y Aracataca, se pueden encontrar recorridos fascinantes con los que entender el universo literario plasmado dentro de la narrativa de Gabo. Es el tour de Macondo, que se realiza en su pueblo natal (ubicado a 86 kilómetros de Santa Marta), es el que más llama la atención de los turistas extranjeros que llegan a Colombia y están interesados en realizar este tipo de turismo literario.

Aunque Macondo, según palabras del escritor, "no es tanto un lugar como un estado de ánimo", en el recorrido que se realiza en Aracataca, se encuentran lugares e historias que fueron relevantes en la creación de este pueblo imaginario, que es conocido en diferentes países del mundo.

Aracataca, en Colombia | Civitatis

Tras el estreno de la serie, un guía de Civitatis ha compartido los puntos clave del tour de Macondo, los cuales son significativos y están reflejados en la obra más galardonada del escritor de Cien años de soledad.

Estación del ferrocarril

"El tren amarillo llega a Macondo a las once de la mañana y transporta a aventureros, ultramarinos, telas, champaña y brandy", esta es alguna de las frases en donde el escritor hace referencia a la importancia del tren que llegaba a Macondo. Asimismo, vivió una situación similar durante su infancia en Aracataca. La construcción de la estación de ferrocarril en la década de 1920 llevó desarrollo al pueblo al conectarlo con diferentes lugares del país, lo que favoreció la activación del comercio en la zona.

La calle de los Turcos

Al inicio del siglo XX, Aracataca, acogió a migrantes del Medio Oriente. Aunque muchos de ellos eran palestinos o libaneses que llegaban con pasaporte de Turquía, recibieron desde esa época el gentilicio de turcos, el cual aún es utilizado de forma coloquial en diferentes lugares del caribe colombiano. Al igual que en Aracataca, este grupo de familias también llegaron a Macondo y se ubicaron en una zona dedicada al comercio, conocida como la calle de los Turcos, tal y como lo expresó García Márquez en su libro.

Aracataca, en Colombia | Civitatis

Parque de Remedios, la Bella

El personaje de Remedios, la bella, fue alimentado, según cuenta García Márquez, por la historia de una joven de Aracataca, quien a diferencia del personaje ficticio del libro, que murió virgen, la real, se fugó con su amante. Ante esta situación y aunque todo el pueblo conocía la verdad, la abuela para evitar la deshonra en su familia, contó con mucha firmeza que su nieta había subido al cielo como lo hizo la Virgen María.

Museo Casa de Gabriel García Márquez

Los primeros años de vida del escritor alimentaron su imaginación para crear el maravilloso realismo mágico que caracteriza sus novelas. Aunque la casa real en donde Gabo pasó su infancia fue demolida, este museo es una réplica de aquella estancia, en donde escuchó de su abuelo historias de la Guerra de los Mil Días, también relatada en Cien años de soledad.

Además, en este lugar se han recreado diferentes fragmentos y espacios que forman parte la novela, como el fresco corredor decorado con begonias, en donde las mujeres de la familia se sentaban a tejer; o el cuarto de los trastos, espacio prohibido para el pequeño Gabriel. Ambos tienen presencia en el libro, como el corredor de begonias de la casa de los Buendía y el cuarto de Melquíades, respectivamente.