¡DESCÚBRELO!
Escondido en las montañas cántabras, un pequeño y encantador pueblo ha capturado la atención de National Geographic este mes de septiembre. Un rincón de otro tiempo, donde la naturaleza y la historia se entrelazan, y que promete ser el destino perfecto para quienes buscan un viaje de ensueño. Descúbrelo y apunta para la próxima escapada.
Viajar en septiembre es como descubrir un secreto. Mientras muchos regresan a la rutina, los viajeros más curiosos encuentran la oportunidad perfecta para explorar lugares menos transitados, donde el tiempo parece moverse a un ritmo más pausado. Ya te hablamos de 10 destinos para viajar en esta época del año. Sin embargo, National Geographic, por su parte, ha destacado un destino en España como el pueblo-monumento más bonito para viajar este septiembre.
Imagina un pueblo rodeado de montañas verdes y bosques densos, donde el sonido de un río cercano acompaña tus pasos mientras recorres calles empedradas. Hablamos de Bárcena Mayor un pequeño lugar ubicado en el corazón del Parque Natural Saja-Besaya, en el municipio de Los Tojos, Cantabria. Con apenas un centenar de habitantes, este pueblo ha logrado conservar su esencia medieval, presentándose ante el visitante como un auténtico tesoro arquitectónico.
El pueblo, declarado conjunto histórico-artístico en 1979, es un ejemplo único de la arquitectura montañesa cántabra. Sus casas, construidas en piedra y madera, con tejados de color rojo y balcones floridos, parecen sacadas de un cuento. Cada rincón está lleno de detalles que hablan de un pasado donde la vida rural marcaba el ritmo cotidiano. Aquí, las tradiciones se mantienen vivas y la cultura local se respira en cada esquina.
Para los amantes de la naturaleza, Bárcena Mayor se encuentra enclavado en el corazón del Parque Natural Saja-Besaya, un entorno de una belleza natural abrumadora. Este parque, uno de los más importantes de Cantabria, ofrece a los visitantes un sinfín de rutas de senderismo que atraviesan bosques de robles y hayas, siguiendo el curso del río Argoza.
Uno de los mayores atractivos de este pequeño pueblo es precisamente su integración con el entorno natural. Los bosques que lo rodean no solo son hogar de una rica fauna, sino que también ofrecen un espectáculo cromático con el cambio de estación. En septiembre, los primeros tonos dorados y rojizos del otoño empiezan a teñir el paisaje, convirtiendo cualquier paseo por los alrededores en una experiencia mágica.
Pero no todo es naturaleza. Bárcena Mayor es también un paraíso para los amantes de la historia. La disposición de sus calles y la estructura de sus viviendas mantienen el trazado original de siglos atrás, lo que convierte a este lugar en un verdadero museo al aire libre. Aquí, cada piedra cuenta una historia, y cada casa, un legado.
La gastronomía local es otro de los puntos fuertes de este rincón cántabro. En los pequeños restaurantes del pueblo, se puede degustar la auténtica cocina de montaña. Platos como el cocido montañés, a base de alubias, es un imprescindible para recuperar energía después de una caminata. Los guisos de caza y los quesos artesanales de la región son también sabores que no puedes dejar pasar.
Para los que buscan algo más que una escapada rápida, Bárcena Mayor ofrece la posibilidad de sumergirse en la auténtica vida rural cántabra. Las posadas y casas rurales que salpican el pueblo ofrecen una estancia acogedora, permitiendo a los visitantes desconectar completamente de la rutina diaria. Aquí, el ritmo de vida es tranquilo, marcado por el sonido de la naturaleza.