REPLETA DE HISTORIA
La playa de la Arnía, en Liencres (Cantabria) merece la pena visitar por su paisaje prehistórico lleno de acantilados y rocas afiladas pero, sobre todo, por sus piscinas naturales.
Aunque a la gran mayoría de turistas les da por visitar el sur de España durante el verano, lo cierto es que en el norte de nuestro país puedes encontrar lugares realmente impresionantes, como la playa escondida de Cantabria que parece que estás en Tailandia.
Y ahora, sin salir de esta comunidad, queremos hablarte una espectacular piscina natural que el medio National Geographic recomienda visitar y que destaca por su prehistoria. Se trata de las piscinas naturales de la playa de la Arnía, en Liencres, ubicadas en el Parque Geológico de Costa Quebrada. Está situada en el parque natural de las Dunas de Liencres y Costa Quebrada, entre los municipios de Piélagos y Santa Cruz de Bezana.
El artículo destaca, sobre todo, las formaciones geológicas que emergen del agua: "Es evidente que son muy antiguas, tanto como para remontarse al Cretácico, cuando, hace ahora aproximadamente unos 100 millones de años, la Península Ibérica giró en rotación con respecto al continente, generando el espacio suficiente para el mar Cantábrico y originando los característicos pliegues y plataformas de abrasión que caracterizan a la Costa Quebrada".
Entre lo más destacable, se encuentra su paisaje geológico único, repleto de acantilados, rocas afiladas y plataformas de abrasión donde "se puede leer la historia geológica del planeta", como la que concentra esta playa y las piscinas naturales de Arnía.
Sin embargo, no es la única playa de la zona que el medio menciona y que merece la pena visitar, también está la vecina playa Covachos, que aparece y desaparece según la mareas, y otras como la playa de la Virgen del Mar, San Juan de la Canal, Portio, Cerrias, Somocueva, Canallave, o el campo dunar de Liencres, el más grande del litoral Cantábrico.