El París más dulce
París es una de las ciudades más bonitas y más queridas del mundo, y eso es más que evidente. Otra de las cuestiones que más amamos es el chocolate. ¿Qué pasarían si se unieran las dos en una sola? En la ciudad del amor encontrarás una chocolatería que te enamorará de principio a fin. ¡Te lo prometemos!
París es una de las ciudades más espectaculares de todo el mundo, se mire por donde se mire. Pero, lejos de que todo quede ahí, esconde grandes secretos entre sus calles y, por supuesto, entre sus locales. En la capital de Francia existe una antiquísima chocolatería que te dejará con la boca abierta.
Para comenzar, debemos tener claro que el chocolate llegó a Francia sobre el siglo XVII. Desde entonces, sigue levantando auténticas pasiones. Eso es exactamente lo que ocurre en este negocio donde el amor por su oficio y, sobre todo, por las recetas antiguas de cacao están a la orden del día. ¡Lo que lees!
El mítico chocolatier-confseur llamado 'À la Mère de Famille' se fundó en París en 1761 por Pierre-Jean Bernard. Es una de las chocolaterías clásicas más importantes de toda la capital francesa. Nada más entrar huele a praliné y a chocolate que te hará sonreír prácticamente al instante: Álmibar caliente, almendras, nueces... ¡Es indescriptible!
Otra de las grandes características es que tiene más de dos siglos de historia y sigue absolutamente intacta. Desde la Belle Époque hasta la actualidad, sus encargados han querido mantener esa esencia y esa fachada tan sumamente elegante con vidrio llamado églomisé. Esto hace posible que podamos observar ciertos carteles antiguos, azulejos de aquel entonces y, por si fuera poco, hasta un mosaico absolutamente espectacular.
Ahora bien, ¿cómo se realiza todo? Gracias a la delicadeza y el mimo de su chef, Jean-Marc Polisset. Siempre está pendiente de obtener los mejores ingredientes para transformarlos en Chambray-lès-Tours, su fábrica. Después de todo esto, podemos observar cómo las vitrinas se llenan de color, sabores y texturas. Cabe destacar que son famosos los palets 'Montmartre'. Se trata de discos de chocolate completamente rellenos. Se elaboran en San Valentin, con un mensaje que reza 'Je t'aime'.
Como decimos, mantiene su esencia antigua en todo momento. Por lo tanto, los caramelos artesanos aparecen en campanas, tarros o bomboneras de cristal. Te hará sentir que has retrocedido cientos de años en tan solo un segundo, y eso es sencillamente espectacular. Con lo cual, si visitas Paris no dudes en acudir a esta chocolatería 'À la Mère de Famille', que te hará disfrutar como nunca de uno de los auténticos placeres de la vida. ¡Te encantará!