Turquía
Una de las cuestiones más importantes a nivel turístico en Estambul son sus murallas. De hecho, es símbolo de la ciudad. ¿Quieres saber su historia?
Estambul es una de las ciudades que, año tras año, recibe más turistas. Y no es para menos, puesto que es absolutamente preciosa. Uno de los grandes símbolos de la ciudad, y de su conquista, es la histórica muralla. Es, sin lugar a dudas, uno de los monumentos más importantes no solamente del país sino de todo el mundo.
Esta preciosa muralla de Estambul está compuesta de tres partes verdaderamente diferenciadas: Las murallas de Tierra, las paredes exteriores e interiores y, por último, las llamadas zanjas. Es un monumento espectacular, que cuenta con más de 20 kilómetros de longitud.
Esto está formado, por tanto, de 8,5 kilómetros por la costa del mar Mármara, 6,6 kilómetros por tierra y, finalmente, 5,42 kilómetros por el conocido como el Cuerno de Oro. Por lo tanto, tal es su espectacularidad y preciosidad que atraen la atención no solamente de turistas turcos, sino también extranjeros.
Junto a estas murallas podemos encontrar un total de 96 bastiones, siendo la gran mayoría de ellos cuadrados y con unos 25 metros de altura. Gran parte de ellos, desafortunadamente, se encuentran agrietados o, incluso, en ruinas. La muralla más antigua tenía como objetivo rodear la parte más antigua de la ciudad, donde encontramos en la actualidad el conocido Palacio Topkapi.
La segunda muralla tiene sus límites en lo que hoy en día conocemos por la Mezquita Nueva, pasando hacia el sur por Cemberlitas hasta llegar al mar Mármara. Una manera perfecta de no solo delinear la costa, sino también rodear Sarayburnu. ¡Pero no todo queda ahí!
La tercera y última muralla fue construida un tiempo después de la separación del Imperio Romano, cuando se convirtió en dos vertientes: Imperio Romano de Occidente e Imperio Romano de Oriente. Cada vez que se levantaba una muralla, se podía observar que la ciudad de Estambul creía fuera de esos límites.
El hecho de contar con tres espectaculares murallas fue una razón de peso por la que Estambul, durante muchísimos años, no pudo ser conquistada. En casi 2.000 años, las murallas de la ciudad turca fueron asediadas pero vencidas solamente en dos ocasiones muy concretas.
Nos tenemos que referir a dos años: Por un lado el 1204 con el Ejército de la Cuarta Cruzada y, por otro lado, el año 1453 con el Imperio Otomano. Debemos tener en cuenta que, hasta esta última conquista, la muralla de la ciudad de Estambul llegó a ser asediada hasta en 29 ocasiones.
Por si fuera poco, Suleyman Faruk hizo una afirmación con la que no dejó indiferente a nadie. El secretario general de la Fundación de la Ciudad dijo que, teniendo en cuenta diversos eventos históricos, las guerras y las personas que estuvieron involucradas en la construcción, estas murallas tienen una misión histórica mucho más relevante que la Gran Muralla de China. ¡Nada más y nada menos!