¡Esconde la cámara!
Una de las cosas que hacemos prácticamente todos los turistas es fotografiar los monumentos que más nos llaman la atención, así como captar imágenes del lugar que nos parecen especialmente bellas. Sin embargo, no siempre está bien visto. ¡Te los descubrimos!
Nuestra memoria es bastante frágil en algunos sentidos, razón por la cual siempre queremos guardar algún tipo de recuerdo imborrable de aquellos lugares que visitamos y que nos enamoran y marcan por completo. La imagen del turista con su cámara de fotos en las manos o con un teléfono de móvil en su defecto se ha convertido ya en una imagen cotidiana de las zonas más turísticas de las grandes ciudades. No podemos evitarlo. Queremos guardar la prueba de esa belleza que nos cautiva y, además, queremos tener pruebas de que hemos estado allí, de que nosotros hemos visto esa maravilla con nuestros propios ojos.
Por eso, después de disfrutar del lugar, tendemos a fotografiarlo y a posar junto a los monumentos más espectaculares de nuestro destino. Es una manera más de llevarnos parte de cada ciudad y de mantener vivo el recuerdo de un viaje especial. Sin embargo, aunque te parezca mentira, no siempre está bien visto que hagamos esto. Hay algunos lugares concretos en los que directamente está prohibido tomar fotos ya sea del propio monumento, de algunos objetos… Las leyes de algunos países reflejan estas prohibiciones y los turistas que decidan saltárselas podrían enfrentarse incluso a penas de cárcel.
Por ejemplo, en Corea del Norte no se pueden hacer fotos de aquellos lugares relacionados con el gobierno ni tampoco se pueden tomar imágenes de las esculturas de sus líderes cortándoles alguna parte del cuerpo. Pero estas prohibiciones no se dan solo en un país tan hermético como este, sino que en lugares como Japón también aparecen. En el país nipón no se pueden fotografiar algunos templos, ni las estatuas de Buda. Y en Emiratos Árabes Unidos tampoco podrás captar imágenes de algunos de sus palacios más ostentosos. Aunque pueda parecer algo extraño, está a la orden del día.
Además, como decimos, hay algunos monumentos o algunos lugares en los que, aunque no está prohibido como tal, sí que está mal visto hacerse fotos. Por ejemplo, el Monumento del Holocausto de Berlín. Es bastante probable que hayas visto imágenes de conocidos en el lugar, y es que todo el que lo visite puede tomar imágenes, pero… ¿Es ético? Estamos hablando de un memorial de las millones de víctimas judías del Holocausto, por lo que parece algo insensible posar para una cámara. Cada uno puede hacer lo que quiera, pero no está nada bien visto.
Otro de los ejemplos lo encontramos en el memorial por los atentados del 11S, situado en el mismo lugar en el que se encontraban las Torres Gemelas. Son muchos los turistas que hacen fotos allí y que también posan en las mismas, pero hay quien no termina de comprender este acto. Algo que también ocurre en templos de todo el mundo, en especial aquellos que están más apartados del mundo, que son como un gran secreto descubierto.
En todos estos casos, así como en los campos de concentración, en otros monumentos en honor a los caídos o en cementerios, somos nosotros mismos los que decidimos si queremos tomar imágenes, si es ético hacerlo o no, pero siempre nos enfrentaremos a las malas miradas de muchos que no comparten nuestra posición.