Fuente de cerveza
En una pequeña localidad eslovena tienen algo muy especial. A simple vista parece una fuente normal y corriente, de esas de las que sale agua, con la salvedad que de esta sale cerveza. ¿Quieres saber el lugar exacto?
¿Te imaginas que la fuente del centro de la plaza no emanase agua? ¿Que al apretar el grifo, lo que saliese fuera cerveza? Pues en esta ciudad de Eslovenia no depende de la imaginación. Es algo muy real. Zalec es la primera ciudad del mundo con una fuente de cerveza, y en muy poco tiempo se ha convertido en su principal atractivo turístico.
Si eres una apasionada por el lúpulo y la cebada, sigue leyendo porque esto te interesa. Zalec se encuentra en el noreste de Eslovenia, más concretamente en el valle de Savinja. De esta ciudad destacan La artesanía, el comercio y la metalurgia como tres de las actividades económicas más importantes.
¿Pero y por qué tiene una fuente que emana cerveza? Si tenemos en cuenta que a finales del siglo XIX Zalec fea declarada centro esloveno de la producción de lúpulo, cobra bastante sentido. La historia de esta ciudad ha estado muy ligada a la cebada y al lúpulo. De hecho, en 1761 sufrió una gran crisis debido a que la mayoría de las casas fueron quemadas por completo. En ese momento las casas eran de madera y los techos de paja.
Afortunadamente Žalec supo reponerse y pronto comenzó a desarrollarse de nuevo, de forma rápida y exitosa. Ello se debe a la evolución que dieron a su producción de lúpulo. Tal fue el desarrollo que todavía hoy en día la producción de dicha planta representa el centro de la actividad comercial de la ciudad. Cuentan con un almacén impresionante Hmezad y el Instituto de la Investigación de Lúpulo y Cerveza.
Siguiendo por la línea del tiempo de esta ciudad llegamos hasta el siglo XX, durante el periodo de entreguerras la economía de la región se apoyó, de nuevo, en la producción de lúpulo. Tras finalizar la Segunda Guerra Mundial, Zalec y su comarca siguieron fortaleciéndose económicamente.
Como se puede comprobar la tradición y economía de esta localidad está muy ligada a la cerveza. Volviendo a la famosa fuente, ¿cómo podemos disfrutar de su refrescante brebaje? Por seis euros, podemos servirnos tres jarras de cerveza, y como recuerdo nos llevamos una jarra conmemorativa.
Además, también podemos disfrutar de la demostración del desarrollo del cultivo de lúpulo visitando el eco-museo de la producción de lúpulo y cerveza. Y no podremos irnos sin ver las más de 300 diferentes plantas medicinales y aromáticas, un laboratorio de genética molecular y micro-cervecería, en el Instituto de la Investigación de Lúpulo y Cerveza.
Brindemos porque ni una sola cervecera se quede sin su viaje al paraíso.