ASTURIAS
La Iglesia de San Miguel de Lillo es una de las construcciones más sorprendentes que podemos ver en el Principado de Asturias. ¡Esta es su historia!
No es ningún secreto que el Principado de Asturias es verdaderamente mágico para todos los que deciden visitar su territorio. Sobre todo para los amantes de la historia y, cómo no, la arquitectura. Una de las edificaciones que más llama la atención es, sin lugar a dudas, la iglesia de San Miguel de Lillo.
De época prerrománica, esta construcción está dedicada a San Miguel Arcángel. Se erigió tras la orden del rey Ramiro I, escogiendo una ubicación verdaderamente privilegiada en todos los sentidos. Estamos hablando del Monte Naranco, cercano a la ciudad asturiana de Oviedo.
Por lo tanto, la iglesia de San Miguel de Lillo está a tan solo unos metros de Santa María del Naranco, otra edificación peculiar y con una gran historia. Lo cierto es que la iglesia de la que hablamos es tan sumamente sorprendente que, en 1985, fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Debido a que en 2009 se notificó el deterioro general de esta iglesia, en 2011 se decidieron llevar a cabo una serie de obras de restauración.
La Iglesia de San Miguel de Lillo, a través de sus características
La construcción original contaba con planta basilical de tres naves. En la actualidad tan solo se conserva una tercera parte de esa longitud. Y todo porque entre los siglos XIII y XIV se arruinó. No se sabe el motivo con exactitud, pero todo apunta a las malas condiciones en las que se encontraba el suelo.
Por lo tanto, de aquella época, solamente se conserva una parte de esas tres naves pero también el vestíbulo. Sobre este podemos encontrar la conocida como tribuna real, custodiada por dos sorprendentes estancias. En cuanto a la cubierta, debemos saber que cuenta con un impactante complejo de bóvedas de medio cañón.
Las naves están separadas por una serie de arcos donde descansan las columnas. Algo poco habitual en lo que conocemos como arte asturiano. En cuanto al material utilizado para la construcción de esta Iglesia de San Miguel de Lillo, destaca por la utilización de sillarejo.
Uno de los elementos que llama poderosamente la atención son las ventanas, que cuentan con unas mágicas celosías talladas en piedra. Pero lo cierto es que la iglesia de San Miguel de Lillo destaca por sus magníficas proporciones, así como por su altura. Ya que es el triple de la anchura de todas las naves. Si estás pensando en visitar Oviedo, acércate al Monte Naranco y déjate llevar por esta construcción. ¡No te dejará indiferente!
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