ZAMORA
Ponemos rumbo a Toro, en la provincia de Zamora, para conocer la historia que esconde la Iglesia de San Salvador de los Caballeros.
Es el momento más que perfecto para viajar hasta la provincia de Zamora, concretamente a Toro. Allí encontramos un gran número de construcciones y monumentos que, desde luego, no dejan absolutamente indiferente a nadie. Un claro ejemplo lo encontramos, precisamente, en la Iglesia de San Salvador de los Caballeros.
Se trata de una obra de estilo románico-mudéjar que se construyó en la primera mitad del siglo XIII. Un dato curioso sobre esta iglesia es que perteneció a los Templarios hasta que éstos desaparecieron. Fue entonces cuando pasó a ser considerada como una parroquia.
La Iglesia de San Salvador de los Caballeros de Toro (Zamora), a través de su historia
Para comenzar, debemos tener en cuenta que se construyó en el siglo XIII por los monjes templarios. Esta orden contaba con la posesión de otros dos templos en Toro. Estamos hablando de la Iglesia de Santa María del Temple así como la Iglesia de Santa María la Nueva. ¡Las dos realmente espectaculares!
El paso del tiempo hizo que esta Iglesia de San Salvador de los Caballeros se fuera deteriorando, hasta quedar en un estado completamente ruinoso. A mediados de mayo de 1929, este templo fue declarado Monumento Histórico Artístico Nacional. Por lo tanto, se pudieron llevar a cabo diversas obras tanto de restauración como de consolidación. Fue entonces cuando la Junta de Castilla y León decidió reestructurar el templo para ser utilizado como museo. Un dato curioso es que podemos encontrar una maqueta a escala de esta Iglesia en el Parque Temático Mudéjar de Olmedo (Valladolid).
Si hablamos de sus características, debemos tener en cuenta que existía una torre más antigua, por lo que la planta fue acondicionada a ella. Es importante saber que esta Iglesia cuenta con una estructura de tres naves con laterales abovedados. Uno de los elementos más significativos son sus muros interiores.
Todos ellos estaban perfectamente pintados en estilo mudéjar y con temas de la época. Algo tan espectacular que, en el siglo XIV, este templo era conocido como “El Pintado”. En el siglo XVI se decidió modificar gran parte de esas pinturas, utilizando las nuevas técnicas que ofrecía el estilo renacentista. En cuanto a las pinturas del ábside central, se remiten a las reformas del siglo XVII por lo que son barrocas y están representados tanto el Padre Eterno como los Evangelistas.
No es ningún secreto que Toro es uno de los municipios más sorprendentes que podemos encontrar en la provincia de Zamora. Y siendo honestos, no es para menos. Si decides visitar este lugar, no olvides dejarte llevar por la magia de esta Iglesia de San Salvador de los Caballeros que, probablemente, no te deje indiferente.