TE LO CONTAMOS
En las Minas de sal de Wieliczka, en Polonia, se encuentra la conocida como la iglesia subterránea más grande del mundo. Está dedicada a Santa Kinga, la patrona de los mineros, y te contamos todo lo que sabemos de ella.
En muchas ocasiones te hemos hablado de templos realmente increíbles que se encuentran "escondidos" por el mundo, como por ejemplo la iglesia de Galicia que se parece al castillo de Hogwarts de Harry Potter.
Pero si hay uno que llama especialmente la atención es la Capilla de St. Kinga y que ostenta el título de la iglesia subterránea más grande del mundo.
Se encuentra dentro de las Minas de sal de Wieliczka, en Cracovia (Polonia), que a su vez forma parte de las minas de sal más antiguas del mundo.
Están declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1978, fueron visitadas por primera vez en el siglo XV y han sido explotadas sin interrupción desde el siglo XIII hasta la actualidad. Estas minas fueron abiertas al público en 1790 y hoy en día constituyen uno de los lugares más visitados de Polonia con más de 800.000 visitantes al año.
Cuentan con una profundidad de 327 metros y una longitud de más de 300 kilómetros llenos de galerías con lagos subterráneos, capillas, esculturas y antiguas herramientas y máquinas.
Uno de los lugares más sorprendentes de la ruta, está al llegar a la Capilla de St. Kinga, una impresionante sala de 54 metros de longitud por 20 metros de ancho y más de 18 de altura. Esta capilla cuenta con una decoración realizada a base de sal y está dedicada a Santa Kinga, la patrona de los mineros.
La capilla fue construida por un grupo de mineros creyentes que necesitaban un sitio en el que profesar su fe y así continuar con su labor. La web de la catedral la define como un lugar donde los mineros podían "orar, y ganar fuerza y energía antes de enfrentar los desafíos que les esperaban o buscar la protección de los santos patronos del inframundo".
Como dato curioso, Copérnico, también tiene un monumento en la cámara que lleva su nombre.