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Hay lugares en el planeta que parecen sacados de otro universo que la naturaleza crea a su antojo. En ocasiones, podemos contemplar escenarios realmente fascinantes, como ocurre en Socotra, también llamada "El jardín del Edén" por su flora y fauna endémica.
Existen verdaderas joyas alrededor del mundo, como el archipiélago de Langkawi, con sus selvas tropicales y rica cultura local. Las islas que mantienen su identidad y no están masificadas representan un símbolo de resistencia, y visitarlas es un placer, porque permite integrarse más en la comunidad local, como ocurre en Socotra, un archipiélago perteneciente a Yemen.
Socotra destaca por su aislamiento y su biodiversidad, con flora y fauna endémica que solo se puede apreciar en este lugar. Uno de sus símbolos más conocidos es el árbol de sangre de dragón. La isla está bañada por el océano Índico, cerca del golfo de Adén, en el mar Arábigo.
Su ecosistema único, resultado de su aislamiento y clima árido tropical, le ha valido el reconocimiento como Patrimonio de la Humanidad. Además, Socotra no solo destaca por su naturaleza, sino también por su cultura ancestral basada en una profunda conexión con la tierra. Posee una lengua oficial, el Soqotri, que hasta hace poco solo era oral, en 2014 se propuso un sistema de escritura basado en el alfabeto árabe.
Si decides visitar este tesoro natural, estos son algunos lugares que no te puedes perder: El Bosque de los árboles de sangre de Farmhin, donde ejemplares milenarios muestran el esplendor de la naturaleza; la Meseta de Diksam, una imponente planicie de piedra caliza; la Laguna Detwah, de aguas turquesas y poca profundidad; la playa de Qalansiyah y el Wadi Kalisan, con sus piscinas naturales formadas por rocas blancas y aguas cristalinas; y la Reserva Marina de Dihamri, famosa por sus colinas rocosas rojizas de forma piramidal y las dunas de archer.