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Unas monjas de un monasterio de un pueblo del sur de Países Bajos han decidido recurrir a una página de Internet para vender el vino que hacen y así tener una fuente adicional de ingresos.
El turismo enológico es muy popular en nuestro país, pero también en otras partes del planeta, pues el vino es una bebida muy internacional que hasta el Papa bebe en El Vaticano. Sabemos que muchas regiones del mundo, como Italia, Francia o España, se dedican en gran parte a la enología pero muchos países como Alemania y Holanda también están empezando a crecer en este sector.
Pero... ¿sabías que en Países Bajos hay unas monjas que están vendiendo vino en un convento? Hablamos de las hermanas del monasterio de Oosterhout, un pueblecito al sur de los Países Bajos, muy cerca de Breda.
La hermana María Magdalena a explicado al periodista Noël van Hooft, del periódico neerlandés Omproep Brabant, que "el sol ha hecho un buen trabajo" y que actualmente pueden llegar a "llenar unas 64.000 botellas de vino". Las monjas empezaron a hacer vino en 2012 para tener una fuente adicional de ingresos durante la crisis económico.
Aunque su primera idea era dedicarse a la cerveza, pensaron que "el vino encaja mucho mejor, es bíblico y se refiere a Jesús". Realizan unas 64.000 botellas de vino y en principio las vendían a las personas que se acercaban al monasterio, pero decidieron ponerse en contacto con un portal de Breda que ayuda a emprendedores agrícolas para dar salida a su producto mediante un vídeo promocional.
Las monjas de este monasterio venden dos tipos de vino. Por un lado un blanco con Auxerrois, Pinot Blanc y Pinot Gris y un rosado, con Pinot Noir y Gamay. El precio de la botella es de 14,50 euros y el de la caja (con 6 botellas) de 87 euros. "Creo que hicimos una buena elección con los vinos. Hacemos feliz a la gente", dice la hermana.