UNA EXPERIENCIA INOLVIDABLE

Una mujer estadounidense compra un vuelo de primera clase para viajar con su pony

Se trata de una mujer estadounidense, quien compró unos billetes de primera clase para viajar con su mascota, un pony. Un hecho que en muy pocas ocasiones podemos ver en nuestro día a día.

Viajar en avión con animales supone un reto, sin embargo, cada vez son más las aerolíneas que suelen ser más flexibles con aquellos pasajeros que tienen animales y quieren viajar con ellos. Esto se debe a que las mascotas se han convertido en un miembro más de la familia, por lo que en vacaciones también nos gustaría que nos acompañaran.

Recientemente te mostrábamos el viral de una pasajera que se negaba a ceder el asiento en primera clase a una familia. Y, es que ahora, te traemos una anécdota que jamás podrá ser olvidada.

Es el caso de una mujer estadounidense, Ronica Froese, quien optó por viajar con su mascota desde Michigan, Estados Unidos a California porque realizó un cambio muy importante en su vida: mudarse de hogar. Al tomar esta decisión tan importante decidió comprar billetes de primera clase para poder viajar con su mascota y mejor amigo, su pony Fred.

Aunque los billetes tuvieron un alto coste, no fue una excusa para Ronica porque su deseo era que su mascota estuviese cómoda y tranquila durante el viaje, por lo que el precio no fue ningún impedimento.

"Compré dos asientos de primera clase, pagué un brazo y una pierna por los billetes, pero lo hice porque era la primera vez de Fred y quería que él se sintiera cómodo, quería que tuviera más espacio", contaba la joven a Inside Edition.

Una experiencia que pasará a ser una anécdota para ella y para los otros pasajeros de su mismo vuelo y que jamás olvidarán. "Gracias a todos los pasajeros que nos han pedido educadamente tomarse fotos y con cortesía hicieron preguntas agradables. Estoy feliz de decir que en todo nuestro viaje el 90% del público fue agradable".

Aunque esta historia ocurrió hace unos años, se ha popularizado recientemente. Además, no ha sido el único caso porque antes de ella hubo una mujer que también decidió emprender su vuelo con su mascota doméstica.