ITALIA
El Palacio Grimani, con el paso del tiempo, se ha convertido en una de las edificaciones más visitadas de Venecia. ¡Esta es su historia!
Venecia, año tras año, se convierte en una de las ciudades italianas que más turistas recibe. Y siendo honestos, no es para menos. Es más que evidente que cada vez son más las personas que quieren descubrir esta ciudad tan especial y, sobre todo, única en el mundo. ¿Quién no ha soñado con pasear en una góndola por sus canales? ¿Con descubrir cada detalle de su historia?
Si hay algo que llama la atención en Venecia son las diversas edificaciones que tiene. Una de las que más turistas recibe es, indudablemente, el Palacio Grimani. Se construyó en el año 1556, siendo obra del conocido arquitecto Michele Sanmicheli. Además, es importante saber que Gerolamo Grimani, Procurador de San Marco, fue quién ordenó que se llevara a cabo este proyecto.
A pesar de todo, parece que su origen se remonta, incluso, al siglo XIV. La construcción se completó, en un primer instante, bajo la dirección del propietario. A partir de 1561, Gian Giacomo de’ Grigi (“Il Bergamasco”) fue el que se quedó al mando. Finalmente, es importante saber que las últimas intervenciones fueron dirigidas por nada más y nada menos que Giovanni Antonio Rusconi, quien trabajó en este precioso palacio desde 1572 hasta el año en el que se inauguró.
Debemos tener en cuenta que estamos ante uno de los edificios más conocidos de Italia pero, a su vez, también de Europa. ¿El motivo? El Palacio Grimani albergó, en el año 1597, las celebraciones de la coronación de Morosina Morosini como dogaressa. Además, se convirtió en la residencia de la familia que ordenó su construcción.Hasta que llegó 1806, cuando se decidió que el Palacio Grimani pasara a ser la sede de la Dirección de Correos. Casi un centenar de años después, pasó a ser la sede del Tribunal de Apelación. Aun así, es más que evidente que este edificio siempre ha tenido una gran importancia histórica pero, a su vez, también cultural.
La leyenda que esconde el Palacio de Grimani de Venecia
Como suele ocurrir en este tipo de palacios, existen muchas leyendas a su alrededor. Una de las más conocidas está vinculada con esas enormes ventanas arqueadas de esta edificación. Se dice que el joven Grimani quiso casarse con una muchacha de la familia Tiepolo. Así pues, decidió pedir su mano. Lo que no esperaba era recibir la siguiente respuesta por parte del padre de su amada: "Non sarà mai dito vero che mi daga la man de mia fia a un desparà che no ga gnanga palazzo in Canal" ("Nunca será dicho que le di la mano de mi hija a un miserable que no le hiciera un palacio el Canal"). De esta manera, Grimani prometió construir este edificio, con las ventanas mucho más grandes que las de la casa de los Tiepolo. ¡Y parece que lo cumplió!
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