PARA CHUPARSE LOS DEDOS
La Semana Santa comienza en tan solo unos días y hoy os queremos presentar cuáles son los platos típicos de este período del año en nuestro país. La variedad de alimentos es espectacular y estamos seguros de que los querrás probar todos. ¡No te pierdas ningún detalle!
La Semana Santa trae consigo la llegada de platos y dulces típicos que solo se pueden disfrutar en este período del año. España cuenta con una gran variedad de zonas y regiones muy diferentes entre sí, por lo que en cada comunidad es tradicional comer una comida distinta. Si aún no has comenzado a cocinar ninguna, te presentamos la lista gastronómica de la Semana Santa en nuestro país.
Para empezar nuestro recorrido por la gastronomía española, nos vamos a desplazar hasta Castilla y León. Esta sopa, también conocida como sopa castellana, es muy común en este período del año, sobre todo al finalizar la procesión de la Madrugá de Viernes Santo, cuando los nazarenos la utilizan para recargar fuerza después de tantas horas procesionando.
Este plato se elabora con ajos, pimentón, huevos, aceite y sal, y en lugar de fideos se utiliza pan. En su origen, su función era aprovechar el pan que había sobrado de días anteriores que ya no se podía comer por su dureza.
Por su parte, el plato típico de Semana Santa en La Rioja, y que podremos encontrar en cualquier parte de la región en estos días, son estas patatas viudas. El nombre se debe a que la protagonista de la receta es la patata, que, en este caso, no va acompañada de carne. Los ingredientes son patatas, pimientos, cebolla, ajo, pimentón, aceite, sal y laurel.
Si viajas hasta la Semana Santa de Sevilla, no te puedes perder sus garbanzos con espinacas, una especie de sustituto del potaje. La diferencia es que esta receta que os presentamos es más seca que el potaje y no va acompañada de bacalao. En este caso, este plato se realiza con garbanzos, espinacas y pan.
Sin duda, la cocina vasca nos encanta, por lo que no podía faltar en esta lista. La Semana Santa es temporada de bacalao, así que no es de extrañar que uno de sus platos estrella para estas vacaciones sea el bacalao al pil pil. La receta se elabora con bacalao, ajo, aceite de oliva y un elemento picante que puede ser guindilla o cayena. Por su parte, la salsa se realiza con la propia gelatina que desprende el pescado al cocinarse.
Si viajamos hasta la provincia de Alicante, a Crevillent, podremos probar su conocido pa torrat. Se trata de un trozo de pan acompañado de aceite, ajo y bacalao que en el siglo XIX comenzaron a popularizar los nazarenos en Viernes Santo como almuerzo, para reponer fuerzas y tener energía para todo el día. Hoy en día sigue siendo una comida típica de este período del año, aunque a veces también puede ir acompañado de otros alimentos.
En la provincia de Zamora, sobre todo en Salamanca, encontraremos una especie de empanada rellena de diferentes ingredientes, como puedan ser chorizo, lomo o panceta y huevo cocido. En este caso, se suele comer en el conocido como Lunes de Aguas, el lunes después de Semana Santa, en el que ya se puede volver a comer carne.
En el sur de la península, sobre todo en Cádiz, es típico comer tortas de camarones en estas fechas. Al estar cocinadas con pescado, son uno de los aperitivos más típicos de Semana Santa, debido a que no se puede consumir carne. Estas se elaboran con camarones, harina de garbanzo, cebolla, sal, perejil y aceite.
Sin embargo, los alimentos más típicos en Semana Santa son los dulces, muy variados alrededor de todo el país. Las monas de pascua es un dulce típico de España, consumido sobre todo en distintos puntos de Murcia, Valencia, Cataluña y Castilla - La Mancha; aunque en otras zonas también podemos encontrar alimentos parecidos. En este caso, se trata de una especie de bollo redondo con un agujero en medio en el que se coloca un huevo, ya sea cocido o de chocolate.
Continuando con los dulces, en Andalucía, encontramos estos pestiños, de origen morisco. Tienen una forma cuadrada y se realizan con harina, manteca de cerdo, vino blanco, anís y cáscara de limón o de naranja. Además, se puede acompañar con azúcar o miel.
Otra opción de dulce es la leche frita, típica del norte de la península, pero cuyo origen está en Palencia. Este postre tan popular se realiza con harina con leche y azúcar, y se cocina hasta que se convierte en una masa espesa. Este suele ir acompañado de canela, azúcar, chocolate, coco, limón o caramelo.
No podíamos terminar nuestra lista sin dos postres muy conocidos por toda la península, la torrija y el buñuelo. En el caso de las torrijas, estas se realizan con pan, leche, canela, huevo y azúcar. Por su parte, los buñuelos, más típicos de Madrid, se hacen con harina, leche, agua, azúcar, levadura, huevos, sal, mantequilla y aceite.