Dos de Mayo
El día dos de mayo tiene un lugar especial en la memoria colectiva de nuestro país, y en especial en la Comunidad de Madrid. Sabemos que se debe al levantamiento de los madrileños, pero ¿qué detalles podemos descubrir en estos hechos históricos?
La mañana del 2 de mayo de 1808 comenzaba de forma diferente que el resto de días. Desde bien temprano una buena parte de los habitantes de Madrid se agolpaban frente al Palacio Real intentando evitar que el ejército francés se llevase al infante Francisco de Paula, a Francia con su padre Fernando VII y el resto de la familia real. La muchedumbre gritaba “¡Que nos lo llevan!”.
La exaltación y el revuelo se extiende poco a poco por toda la ciudad, la Puerta del Sol, Puerta de Toledo… En esos lugares los madrileños no se lo pusieron nada fácil al ejército napoleónico. El barrio de Maravillas (actualmente conocido como Malasaña) fue uno de los centros neurálgico del enfrentamiento. Allí estaba el arque de Artillería de Monteleón (actual Plaza del Dos de Mayo) donde los militares españoles se unieron a la sublevación, los capitanes Luis Daoíz y Pedro Velarde, tomaron el mando puesto que eran los más veteranos.
Era en este barrio de Maravillas donde vivía la joven Manuela Malasaña de 17 años. Hija de del panadero francés Jean Malesange, españolizado "Malasaña", y de su esposa Marcela Oñoro, bordadora. Manuela trabajaba en un taller de bordado, si bien existen varias son las versiones sobre su muerte, la más extendida es que de vuelta a su casa se cruzó con una patrulla de soldados franceses, que habían intentado abusar de ella, y Manuela habría usado las tijeras para defenderse. Así, acusada de portar “armas” fue ejecutada en la actual Plaza del Dos de Mayo.
Manuela era conocida y querida en el barrio por su simpatía y juventud. El hecho de morir con tan solo 17 años y a mano de las tropas napoleónicas, la convirtió en un símbolo del levantamiento contra los franceses. En su honor se le dio su nombre a una calle del barrio de Maravillas. Y durante la década de 1980 la gente empieza a referirse a todo el barrio como “Malasaña”. De esta forma tan sutil y natural, el antiguo barrio de Maravillas adoptó el nombre de su heroína.
Otra figura relevante de la jornada del Dos de mayo de 1808 es la de Clara del Rey. Esta mujer de 42 años murió en el Cuartel de Monteleón, pues estuvo allí mismo ayudando a los madrileños y militares españoles, a defenderse del ejército francés. Ese día también murió su marido y uno de sus hijos.
Aunque los franceses consiguieran sosegar el ataque del pueblo madrileño, esta revuelta espontánea, fue la mecha que hizo detonar la revolución contra Napoleón en todo el país.