¿LO CONOCES?
En Menorca (Islas Baleares) hay un pequeño pueblo conocido como el "Mykonos español" por sus casas blancas, calles empedradas y por sus idílicas playas y calas. ¡Te contamos cuál es y todo lo que necesitas saber!.
Aunque todavía estamos en plena temporada de invierno, son muchas las personas que ya tienen la vista puesta en sus vacaciones de verano y ya están preparando un viaje a esas playas idílicas que tanto esperan. Recientemente te contábamos que un diario británico catalogaba las Islas Canarias como un "paraíso español" por su temperatura y "ron barato".
Pero... ¿sabes que en nuestro país también tenemos un lugar al que llaman el "Mykonos español"? Se trata de Binibeca, una localidad y pedanía española perteneciente al municipio de San Luis, en la parte suroriental de Menorca (Islas Baleares).
Las calles de este pequeño municipio, que cuenta con menos de 300 habitantes, recuerdan a esta isla griega debido al blanco de sus casas, sus suelos empedrados y su pequeño puerto. Esta localidad se creó entre 1964 y 1968 como un proyecto que atrajera a intelectuales, bohemios y escritores y se construyeron unas 165 casas, locales y tiendas con vistas al mar y con este color tan característico. La primera vivienda en construirse fue casa Candi y las últimas vieron la luz en la década de los 70.
La iglesia, con su campanario también en color blanco, la plaza mayor o el paseo marítimo son algunos lugares que no te puedes perder si visitas Binibeca. En cuanto a sus playas, la principal es la cala Binibeca, tranquila con un chiringuito y donde puedes alquiler hamacas o kayaks. Sin embargo, también está la cala Torret, aunque esta es más rocosa. Un poco más apartado del pueblo, puedes encontrar caló Blanca, la cala Binidalí, la cala Binisafúa o es Ricó Fondo.
Pero hay un dato importante que tienen que tener en cuenta los turistas que quieran acercarse a Binibeca, y es que al ser una urbanización privada, se debe respetar el descanso de los habitantes que allí viven, por lo que si recorres sus calles, puedes encontrar azulejos que ponen "silencio, por favor" y otros carteles donde está prohibido el paso.